Los años en la juventud van despacio, como si no quisieran que se notara que van caminando lentamente, sin hacer mucho ruido, salvo las ocasiones en que festeja la llegada de uno nuevo. El arribo del que viene es de felicidad. Por toda la ciudad se oye el estruendo de las armas de fuego no como síntoma de rechazo sino como alegre bienvenida, aunque para que es más que la verdad, en los primeros minutos del año nuevo la pólvora de fuegos artificiales suplió la ausencia de los otros, los que arrojan balas, la sociedad de laguneros estamos hartos de que por razones que sólo ellos saben, han ametrallado salones donde la gente se reúne a divertirse sanamente aunque quizá no las necesitan. Estamos tan espantados que pasa un coche al que le truena el mofle y nos deja el alma en un hilo, volteamos a vernos interrogándonos: ¿será o no será?, mientras el pavor se apodera de nosotros. Hasta el vuelo de una mosca nos pone de nervios.
Ha pasado el año 2010, el anterior a este que comienza- Pero ¿sabemos acaso lo que es un año? Para el hombre joven un año es un día en tanto que para los viejos una hora es un lustro. Cuando joven eres un esclavo de tus instintos, que te hacen hervir la sangre, que te atrapa envolviéndote la mirada sin que puedas ver con claridad el futuro que te espera. La vejez te convierte en sabio. Llega un año nuevo y les dices a los antiguos años: cuéntenle a éste, el nuevo, que aún poco sabe de aquellos tiempos. ¡Ay quién tuviera menos años!, diría quien fuera ya mayor, de cuya pregunta infieres si quien pregunta es un joven imberbe o un viejo cargado de años.
A los viejos los años les ofrecen recuerdos. Los jóvenes los están construyendo. Es tarde, piensan los viejos, los que te dieron vida y muchos de tus amigos, duermen el sueño de los justos hace ya largo tiempo, recogidos en el calor de la tierra.
No hay que añorar el año que se va, a menos que con él se hayan ido quienes le dieron ternura a tu vida. No le temas a la muerte llegando a anciano, cuando se hayan apoderado de ti las horas amargas de las enfermedades que es cuando la huesuda se torna en una bendición. Si eres mozuelo modérate, que el destino sólo es uno y a todos nos está esperando a la vuelta de la esquina. La vida es en veces una expectativa, pero tenemos de seguro que nadie escapa de lo que le espera.
¿Quién dice que el tiempo no existe? Que se lo digan a mis huesos cuyas coyunturas truenan como un día de tempestad. El tiempo, dicen los entendidos, es presente, pretérito indefinido y futuro. Dicen que para Albert Einstein el tiempo no es absoluto como lo sostenía la teoría sustentada por Isaac Newton. Un ejemplo puso al alcance de todos escarbar en una nueva teoría.
Puso el ejemplo de la paradoja de los hermanos gemelos. Mientras uno viaja al espacio a la velocidad de la luz en una nave espacial, dejando en la Tierra a su gemelo, para éste han pasado 50 años en tanto para el viajero sólo han transcurrido 20. Esto, en la teoría de la relatividad.
Dejémoslo así, por último hablemos de las supersticiones. Las doce uvas que para la buena suerte durante los siguientes 364 días debes tragar exactamente durante las doce campanadas de la noche del día anterior, significan un imposible. Lo he intentado varias veces y no he logrado sino atragantarme. Tosiendo me he rendido apenas se escuchan los primeros repiques. Usar calzoncillos de un color determinado podría hacerlo si recomendaran colores serios, mas no es el caso.
Bueno al fin y al cabo la diosa fortuna es veleidosa y no creo que se deje conducir por tal o cual color del arcoiris.
En fin, deseo a todos los laguneros un año de dicha y prosperidad. (Con los incrementos a los precios de diversos productos en estos días no creo que ese deseo se cumpla).