El arte, arma contra la violencia

A través del teatro social, Alam Sarmiento trata de crear conciencia sobre la violencia en grupos vulnerables como las comunidades indígenas de Chiapas o las colonias marginadas de Torreón.

El teatro social es el resultado de seis años de trabajo hecho por el actor escénico lagunero Alam Sarmiento, Aarón Rivera, Ricardo Violante, Carlos Cruz, entre otros.

En diciembre de 2010 surgió la obra "Reparando la Mirada" donde Alam Sarmiento cuestionaba al público sobre qué podían hacer ante la violencia en la ciudad y en la vida diaria.

En cada puesta existe un intercambio de historias de vida, y en cada actuación una acción encaminada a sensibilizar en el tema de la violencia sobre todo contra las mujeres.

"Todo empezó cuando me invita a trabajar Carlos Cruz, un actor de Pachuca, porque en su blog escribía su trabajo en las comunidades indígenas y también publica el trabajo contra la violencia que estábamos haciendo en Torreón".

Así surgió un grupo de creadores de provincia que arman un proyecto para visitar las comunidades indígenas, y empezar a encontrar los mecanismos de cómo a través del arte se pueden hacer acciones para disminuir la violencia hacia las mujeres y los niños.

"Creo que todos queremos vivir en paz, y a través del arte se pueden lograr los mecanismos para disminuir la inseguridad. En el teatro se genera un espacio donde parece que todo se calla y se hace silencio, y entonces nuestra atención cambia y vemos lo que a lo mejor por costumbre hemos dejado de ver".

Alam reconoce que el teatro no es suficiente para cubrir las necesidades de los grupos vulnerables, pero sí logra hacer un silencio para que se puedan expresar y ver la realidad de otra manera.

"No estamos solos en este barco, lo que buscamos es que las personas vean y perciban las cosas de otra manera, porque estoy convencido de que cuando la gente ve otra perspectiva puede darse cuenta de lo que está mal en su vida y de su entorno, y entonces transformarse y reinventarse para estar mejor".

En este ir y venir ha conocido muchas realidades, y entonces es cuando se cuestiona sobre qué debe hacer un artista escénico en el teatro, en la calle y en su vida personal.

 SU HISTORIA

Alam cree que su vida de contrastes surge porque cuando su madre acude al registro civil nunca se fija que en el acta de nacimiento le ponen m en lugar de n. Nació en Toluca pero con tan sólo unas semanas de vida llegó a Torreón, por eso dice que es lagunero.

"A cualquier parte del mundo donde voy digo que es lagunero porque es la tierra que me vio crecer".

Alam llegó a la teatralidad y a las artes escénicas gracias a tres personas: por su abuela, cuando hacía todo un ritual para poner la mesa para comer; y por su abuelo y su madre, por su manera de vivir día a día.

"No tuve ninguna experiencia escénica fuerte hasta que llegué a la universidad donde estudiaba psicología, y ahí me di cuenta que la actuación era una fuente de conocimiento propio y de lo que pasa a mi alrededor".

Cuando decide irse a la Ciudad de México a estudiar teatro, muere su abuelo el 19 de septiembre, fecha en que se conmemoraban los 20 años del terremoto, y su abuela fallece un año después, y para Alam fueron pérdidas significativas.

"A veces la tierra se tiene que mover de tal manera para que uno siga el camino que le corresponde. Con mis abuelos, de alguna u otra manera, sigo teniendo relación haciendo presente sus memorias, recuerdos y enseñanzas, por eso creo que ellos influyeron mucho en mi decisión de seguir con la actuación".

Con su madre ha tenido un diálogo de hermanos sin perder el respeto, y siempre ha representado un apoyo para él. "Al principio fue difícil porque ya hasta estaba trabajando como psicólogo en el DIF de Torreón, y de ahí surge el interés social a través del teatro".

En el DIF de Torreón lo mandan a un taller de psicología que era impartido por el actor Gerardo Trejo Luna, lo que terminó de convencerlo que las artes escénicas eran su destino.

"Mi madre, quien había invertido su dinero en mi carrera, me dice 'oye pero si ya eres un psicólogo hecho y derecho, ya tienes trabajo, cómo te vas a ir a hacer nada en la Ciudad de México', y de ahí surgen dos años de negociaciones con ella, hasta que me apoyó por completo".

Los primeros años en la Ciudad de México no sólo fueron difíciles por la muerte de sus abuelos, también porque su madre y sus amigos dudaban de que estuviera haciendo lo correcto, al final recibió el apoyo de todos.

Para Alam el teatro es más que aprenderse unos diálogos para repetirlos frente aun público. En sus puestas en escena integra diversas disciplinas como el performance, la danza, la acrobacia, entre otros.

"Así empezó una carrera que no esperaba, y he trabajado con mucha gente que años antes los veía como unos maestros inalcanzables, y más en una zona como Torreón en donde aquel entonces había menos posibilidades para prepararse".

Alam no se arrepiente de su ir y venir en el país con su teatro social, pero se siente satisfecho de contribuir a mejorar el entorno a través de cada puesta que busca dar una nueva perspectiva de la realidad.

"Lo que busco es que las personas se den cuenta que no están solas y que unidas pueden formar un mejor mundo".

 ALAM SARMIENTO

Artista escénico

Cortesía

→ Con sus obras recorre zonas vulnerables de México.

→ Busca que el espectador cuestione su entorno.