Arte y dolor. Marcela dibuja su propio sufrimiento hace 8 años.
Marcela Pérez realiza los últimos toques con su lápiz color negro a un autorretrato que le ha llevado semanas, ella misma lo cataloga como oscuro y melancólico.
"Mindra", como se autodenomina, estudió la carrera de diseño gráfico como una alternativa a su creatividad y a la falta de recursos económicos para estudiar artes plásticas en la Ciudad de México.
"Me considero de las personas diferentes, aunque ya no sé si eso sea bueno o malo porque ahorita cualquier tarado se cree genio", afirma mientras acomoda un estuche de lápices.
Debido a problemas personales Marcela definió su estilo oscuro, surrealista y simbólico en el dibujo y las artes, pasión que surgió al pertenecer a una familia de guitarristas profesionales.
"Mi papá y mi hermano se dedican a eso de la música, pero la verdad me harté de eso... es como cuando ves un estuche de dulces a diario, llega un momento en que no quieres", asegura mientras acomoda su dibujo meticulosamente.
EL DOLOR SU INSPIRACIÓN
"Mindra" dice haber dejado un tratamiento psicológico hace apenas dos años, debido a que durante la secundaria fue víctima de abusos por parte de compañeros de clase y personas que la discriminaban.
"Quise refugiarme en la música estridente, en cosas oscuras... esas personas que me criticaban son de los clásicos mediocres, no tienen idea de la vida real".
Sin embargo su gusto por el arte surrealista y la música no desaparecieron con el tratamiento, sino que sirvió de inspiración para perfeccionar sus creaciones.
"Entendí que todo eso me hacía daño, tuve una visión más amplia y la tomé como modelo para mi estilo".
Entre sus gustos se encuentran cambiar el color de su cabello cada vez que sea posible, quererse a sí misma y dibujar durante todo el día, lo que la ha llevado a vender algunas de sus creaciones a coleccionistas en Monterrey y el interior de la república.
Actualmente se desempeña como gerente de diseño editorial en una empresa de impresiones, donde a pesar de no poder expresarse totalmente se siente feliz de sus logros.
"Me siento orgullosa con lo que soy, como me visto y con lo que hago, no me gustaría parecerme a ninguna de esas personas sin talento".
ESPERA LA OPORTUNIDAD
Aunque ha sido una sola exposición la que ha realizado en su carrera, "Mindra" espera recibir algún apoyo de las instituciones de Gobierno locales o empresarios para comercializar su obra.
"No estaría mal", dice sonriendo ampliamente mientras finaliza su autorretrato, donde aparece con los ojos cristalinos y con un color negro como contraste de la blanca hoja.