Desesperante y triste es la realidad actual de la otrora orgullosa ciudad industrial de Gómez Palacio, Durango... ¡hoy estancada, usada, sin identidad y rumbo! Evaluando la administración 2007-2010, sin existir señalamiento alguno en el acta de entrega-recepción celebrada entre las dos administraciones involucradas, sus inicios con Ricardo Rebollo posibilitaron expectativas más por el padrinazgo que por su corta carrera política, haciendo entrega, en tiempo y ...
...forma, de la Cuenta Pública 2007. Para 2008, la improvisación y falta de un programa estructurado se manifestó en las tres obras iniciadas: modificaciones varias en su diseño, mala programación, con descontrol y carencias en lo económico. Pero le urgían reflectores, su verdadero plan era ocupar la silla estatal no la municipal, teniendo en la promoción del CRIT para nuestra ciudad la excusa para promoverse en toda la entidad. Fallido su plan, sus actos demostraron que, en lo personal, era más importante subir escaños que cumplir su compromiso electoral con Gómez Palacio, optando por buscar la diputación federal. En los primeros días de 2009, el puesto de presidente estaba compartido y disminuido, las finanzas impactadas y para el nuevo plan se venían nuevos gastos de campaña. Y surgió la gran idea: enfermar al alcalde suplente y dejar en su lugar a un amigo, alguien comprometido y manejable, el síndico Mario Calderón. De la validez de un cabildo y respeto al voto, y lo que quiera agregar, ¡olvídese! Lo de siempre: ¡nadie reclamó! Era la oportunidad de manejar la situación a su manera, como un negocio propio.
Qué difícil es como sociedad tener que conjugar honestidad y esperanza con decepción, y aún más difícil, convertir lo inaceptable en modo de vida, al coexistir bajo la tutela oficial y responder como comunidad, con una inadmisible apatía y pasividad, en que se lucha diariamente más en lo individual que en lo colectivo, involucrados cada vez más en el círculo vicioso de la dependencia a la dádiva oficial, degenerada hoy en explotación de lo popular. Viviendo indolentes ante un futuro pobre en expectativas de desarrollo y progreso, permitiendo al gobierno, a pesar de los nimios resultados, tomar el control en lo político, económico y social.
Respecto de la cuenta pública 2008, única responsabilidad aparente de Ricardo Rebollo, dada la insignificante cantidad de obras que la Entidad Auditora Superior del Estado revisó -de 2,193 obras terminadas, solo se analizaron 97-, así como por la falta de claridad y justificación del manejo y resultados en lo general, es conveniente y necesario se realice una auditoría total, que incluya toda la obra pública y los conceptos que más aclaren las dudas de la sociedad civil. Y para muestra, muchos botones: ¿por qué a pesar de tener presupuestado el ingreso de 849 millones y haber obtenido realmente mil 172, se incremento la deuda pública, de 48 a 76 millones de pesos? En varias partidas de egresos, entre lo presupuestado y lo ejercido, hay escandalosas diferencias abismales: Servicios Personales, de 220 a 266 millones; Materiales y Suministros, de 39 a 59 millones; Servicios Generales, de 351 a 477 millones (entre ellas figura Sideapa, de 153 a 252 millones); Servicio de Difusión, Representación y Servicios Oficiales, de 42 a 75 millones ¿gastos de campaña?; Transferencias de Asistencia Social, de 47 a 116 millones ¿y la solución a la causa? Además existen dudas en algunos renglones de la partida de Obras Públicas: Modernización Blvd. Miguel Alemán, de 0 a 12 millones; Ampliación Blvd. Rebollo Acosta, de 0 a 4 millones, ¿había programación?; Rescate Espacios Públicos, de 4 a 28 millones; Puente Km. 11-40, de 9 a 20 millones, ¿cuál? En Amortización e Intereses de Deuda Pública, de 24 sólo se pagaron 16 millones. En suma, entre éstas y otras muchas partidas, se tenía un presupuesto de egresos por 849.3 millones, ejerciendo realmente mil 187 millones, dejando además una deuda por 254.2 millones. ¿Eso es programar con responsabilidad y capacidad? ¡Urge una auditoría que avale la transparencia y rendición de cuentas!
En relación a la cuenta pública 2009 de Mario Calderón, los valores a las partidas presupuestadas y ejercidas tienen un manejo sorprendente, muy cercano al gusto del cliente, enmarcado además por un sello desde 2008, ya que el R. Ayuntamiento aprueba las modificaciones del año fiscal a revisar casi a tres meses de iniciado el siguiente año, en este caso el 30 de marzo de 2010. Independiente a esto, de nuevo los escasos datos expuestos públicamente y la falta de información financiera necesaria para evaluar el proceder de dichas autoridades, la sociedad civil reitera y demanda, dada la enorme deuda pública contraída, se exponga públicamente la relación de toda obra realizada en la administración 2007-2010, indicando: nombre, presupuesto inicial y final, tipo de participación y aportaciones, fecha de inicio y terminación; siendo la revisión minuciosa el derecho público y único camino para aclarar las dudas y defender la solvencia de los protagonistas. Cualquier explicación oficial evasiva será señalada como burda y demagógica, situación desafortunada que puede propiciar que la sociedad indignada, califique a los funcionarios involucrados de deshonestos y corruptos.
Propuesta para la sociedad civil: dada la actitud y proceder oficial, es apremiante y necesario formalizar un Observatorio Ciudadano, para que unida y participativa la sociedad civil retome su lugar y autoridad en nuestro municipio. En ti está que no permitamos que unos cuantos manejen a su antojo las cuentas públicas. En un marco de diálogo objetivo y respeto, es sano y esencial aprender a evaluar el quehacer de nuestras autoridades, incluyendo su honestidad y profesionalismo, no magos ni sumisos; liderazgo y resultados, no compra de voluntades, dando regalitos o falsas promesas, pero sobre todo, anteponiendo a cualquier tipo de beneficio personal o de grupo, su visión, respeto y amor por Gómez Palacio; no tener el poder por el poder.