EL CIUDADANO
¡Qué chocantes!
Cada día de su vida
Tópicos infalibles de las conversaciones de cafés, las reuniones sociales y familiares en Gómez Palacio son comentarios como: ya van diez meses de esta administración municipal y no han hecho nada; la administración pasada se fue al baño, no dejaron ni tantito para terminar el año; ¿no que iban a revisar el porqué de la deuda de la administración anterior?; te lo dije que la hermana solamente iba a cuidarle las espaldas al hermano; ya vamos para dos administraciones sin transparencia y...
... y rendición de cuentas; estamos cada vez peor, no salimos de Gomezparrancho... y muchos otros, de más tono y color, pero la mayoría de los comentarios siguen versando en el mismo tenor e indignación.
¿Qué hacemos la mayoría de los habitantes de Gómez Palacio?, y digo habitantes, no ciudadanos, porque en eso nos hemos convertido, en personas o familias que solamente habitamos y trabajamos en este municipio, que únicamente somos espectadores de los deseos, las voluntades y/o caprichos de quienes ocupan las riendas de la administración municipal. Únicamente oímos, nos indignamos, sabemos y estamos convencidos de que no es cierto lo dicho por las autoridades, pero no hacemos nada, y nada es nada de nada.
Entonces, ¿qué hacer para convertirnos en ciudadanos?, ¿de qué forma despertar como sociedad civil y gozar de lo que tenemos derecho?, ¿cuándo tendremos autoridades que trabajen para los ciudadanos?
Eliminemos el bla, bla, bla, los rollos, y vayamos al punto. Es urgente la participación de la sociedad civil en los programas y obras de nuestro municipio; renacer nuestra identidad y tener una verdadera participación hacia Gómez Palacio, tomando conciencia de que todos somos corresponsables con el futuro de la ciudad; que nadie va a hacer nuestro trabajo, eliminemos los buenos deseos y las bravatas simplistas, realicemos propuestas claras y objetivas, con proyectos productivos y llevémoslos a cabo, recordando que sin unión, nunca, nunca seremos escuchados y apoyados, ni aquí y menos en Durango capital.
De nuestras autoridades municipales urge responsabilidad, honestidad, transparencia y rendición de cuentas, que su única obligación sea la de servir a Gómez Palacio, no a partidos ni grupos de amigos; recordarles que los apoyos y las obras, una vez consensuadas y programadas, se hacen con nuestro dinero, no con el del presidente municipal, así que necesitamos saber invertir, cuidar y hacer rendir hasta el último centavo. Que las obras son realidades y no buenos deseos, que éstas no se hacen con slogans ni propaganda futurista. Alto a la adoración hacia las personas o administración en turno, el liderazgo y el progreso no se constituyen a través de pendones o propaganda en toda la ciudad y los vehículos, ni con cobertura mediática, dejen de tirar nuestro dinero. No se preocupen recordándonos con publicidad pagada en qué piensan o están trabajando, los tradicionales informes anuales son para eso, para que todos conozcamos qué se finalizó o en qué se trabaja, sabemos leer, y además, cuando se concluye una obra, nuestros ojos y los beneficios dan fe de ella.
Nuestra felicitación al proyecto Irritila, ya que es una muestra más de que la sociedad civil, unida y organizada, está dando los primeros pasos para llevar a cabo lo que en muchos años, muchas dependencias y gobiernos no pudieron hacer. Hablemos en voz alta y sepamos exigir, pero más importante, sepamos participar productiva y positivamente.
Elciudadano201107@hotmail.com.