El deporte les cambia la vida

“Vivir lo que estás haciendo aquí y ahora’’ es uno de los principios básicos de quienes practican el deporte a diario, habiendo obtenido una serie de beneficios en lo físico, mental y en el orden social, que les ha permitido tener una mayor integración y desempeñar nuevos roles en la vida diaria.

Los entrevistados al respecto recomendaron a las personas que tomen conciencia de que nuestro cuerpo es el templo de Dios, y “de que debemos cuidarlo, para que de nuestro organismo salga todo el amor, la salud y perfección que representa a Dios’’, puntualizó la profesora María Faustina Urista Pérez.

Gloria Zamarripa Tapia, maestra jubilada de 58 años de edad, es una deportista de gran actividad, practica la danza desde hace 33 años, el Yoga desde hace cinco, el acondicionamiento acuático desde hace tres y desde hace dos décadas realiza una caminata diaria.

Se programa de tal manera que alcanza a practicar estos deportes durante la semana: el Yoga cada tercer día, la caminata a diario, la danza tres veces a la semana, ya que imparte clases a maestras jubiladas en las Secciones 35 y 38 del SNTE.

Al preguntar qué beneficios ha obtenido en su salud al practicar estos deportes, respondió que le han ayudado mucho a controlar el peso, la diabetes y la hipertensión que padecía, logrando además disminuir el consumo de medicamentos.

La maestra Zamarripa Tapia considera que para iniciar la práctica de un deporte es necesaria la actitud y disposición de quien pretenda ejercitarse en una disciplina.

Bienestar y renovación

María Faustina Urista Pérez, de 49 años de edad, maestra de educación Primaria en activo, practica el Yoga, la natación, pesas, el acondicionamiento acuático y la meditación desde hace un año y medio. Cada una de estas disciplinas las practica tres veces a la semana.

Sobre los beneficios recibidos, comentó que con el acondicionamiento acuático mejoró la resistencia cardiovascular, reforzó músculos, el control neuromotor, restableció la flexibilidad, mejoró el equilibrio, la agilidad y rapidez.

Añadió que en el orden psicológico obtuvo una sensación de bienestar, renovación de la salud mental, pensamientos positivos, mejoró el funcionamiento cognitivo, la capacidad de aprendizaje y adaptación motriz.

Mejoró la circulación

María Isabel Triana Castañón, ama de casa de 54 años, practica el Yoga desde hace diez años, la caminata desde hace 20 y la meditación desde hace cuatro. El Yoga lo practica cuatro veces por semana, la caminata a diario y la meditación tres veces por semana.

Reconoció que el Yoga le ha ayudado a mantener el equilibrio en la vida y lo empezó a practicar porque andaba mal en su circulación y articulaciones, habiendo mejorado mucho.

Reiteró que el Yoga le ha ayudado a mejorar mucho su circulación y es un soporte para conservarse bien.

Estimó que en la práctica del deporte la actitud tiene mucho que ver, las ganas, el deseo de quererse a si mismo, de querer tener una mejor calidad de vida y una mejor vejez.

Superó el mal del Parkinson

María de los Ángeles Ceniceros Esparza, de 62 años de edad, practica el Yoga, el cachibol y el Tai Chi. El Yoga lo practica desde hace dos años y lo hace tres veces por semana.

Recordó que cuando se inició en el Yoga tenía mucha rigidez y dificultad para caminar, pues le habían detectado el mal del Parkinson en 1990 y creía que no podría practicar esta disciplina, que le ha ayudado bastante a superar esta enfermedad.

María de los Ángeles es una gran practicante de esta disciplina y un ejemplo de sus compañeras en la Escuela de Yoga de la colonia Las Alamedas en esta ciudad.

Comentó que cuando se inició en el Yoga tenía un cuerpo muy pesado y mucho temblor. “Hoy en día mi cuerpo es ligero y tiemblo menos’’, puntualizó.

“Mary’’ como la conocen sus compañeras recomendó a la gente que tome la decisión de practicar un deporte, de hacerlo de manera constante y tener la suficiente fuerza de voluntad para ello, pues en su caso muchas personas creían que iba a quebrarse los huesos y que por el mal que padecía no podía hacerlo.

“Lo consulté con un médico y me dijo que estaba perfecto, que practicara el Yoga. Algunas personas me desalentaban y otras me decían que le entrara con ganas. Me desligué de las pesimistas. Ahora el doctor dice que mi salud ha mejorado notablemente, mi presión es normal y estable’’, concluyó María de los Ángeles Ceniceros Esparza.

Deportista de toda la vida

Roberto Andrés Castillo Torres, de 59 años de edad, jugó en las reservas del desaparecido equipo Laguna en la década de los años setentas. Deportista de toda la vida, practica el futbol, el yoga, el atletismo, el ciclismo de montaña y la meditación.

El Yoga lo practica a diario desde hace 12 años, el futbol desde que estaba en tercer año de Primaria en la Escuela Regional Lagunera del sacerdote jesuita Roberto Rizo y la meditación a diario.

Era técnico mecánico y tenía una limitación en zona lumbar. Un amigo suyo lo invitó a practicar el Yoga con el maestro Melquiades Jáquez del Instituto Moctezuma. Fue entonces cuando dio un giro de 360 grados, tuvo un gran bienestar en salud en esa limitación física y su vida cambió por completo.

“El Yoga me liberó de la lesión, me puso la columna saludable, el vientre y el abdomen fuerte, la columna vertebral se estabilizó y mi vida ha sido bastante saludable, tanto así, que decidí convertirme en profesor de Yoga’’, manifestó emocionado.

Comentó que para la práctica del Yoga debe tenerse la disponibilidad necesaria para integrarse a un grupo y empezar a practicarlo, pues es una disciplina para todos, eterna, hermosa, en la que pueden encontrar bienestar físico, emocional, mental y espiritual.

Para finalizar los cinco entrevistados invitan a los laguneros a practicar un deporte para mejorar su calidad de vida, y les desean un feliz “Día del Amor y la Amistad’’.