Rondines. En sus calles polvosas, sin banqueta, conviven autoridades y ciudadanos.
El domingo, los habitantes de la colonia Constitución vieron su asentamiento convertido en un oasis, gracias a la presencia de autoridades estatales y federales, que repartieron diversos apoyos a la población de la zona.
Un día después, regresan a su normalidad: rodeados de polvo, luchan por salir adelante, en uno de los asentamientos más pobres de la entidad.
Esperanzados, ven cómo se mantiene la vigilancia de las autoridades, en lo que es una de sus mayores exigencias. No saben cuánto les durará esa tranquilidad, pero en estos días, al menos la gozan como hace mucho tiempo no lo hacían.