"Si amas algo, déjalo libre..."
Seguramente mí estimado lector se acordará usted de esta frase famosa a veces, trágica en ocasiones o trillada otras tantas, pero analicemos, si me permite, el contendido intrínseco de la frase. Ésta dice en su forma completa: "Si amas algo, déjalo libre y si vuelve es tuyo, si no nunca lo fue".
Espero que los románticos empedernidos y amantes del color rosa no se me vayan a ofender, así mismo los pseudofilósofos que utilizan estas frases para encantar a chicas universitarias cuando su edad fluctúa entre los 50 y 60 años. ¿En primer lugar hablamos de algo, o de alguien? Habría que definirlo porque pareciera que hablamos de una cosa, en este caso pudiera decir que o amo a mi computadora, amo a mi sillón de lectura, amo mi escoba, bueno esto si se puede dar, sobre todo para aquellas personas que se sienten brujas, y no por el parecido con el personaje, sino porque con esta economía casi todos andan brujas, pero como diría mi madre ¡cancelado! Estamos inmersos en una cultura en donde se "cosifica" la personas o situaciones, entramos a lo desechable, me sirve, no me sirve, si no funcionas con esta chava búscate otra, "un clavo saca a otro clavo", "vete de la casa, tus papás no te entienden" e incluso "búscate una amate, tu mujer ya está vieja", como podemos leer hablamos de personas siendo tratados como objetos.
Pero lo más grave es que ahí no acaba todo, la frase dice "déjalo libre", mi pregunta aquí seria: ¿Qué no era libre ya? ¿Era tuyo antes? ¿Era de tu propiedad? ¿Estaba patentado? O ¿es pirata traído de Tepito?
Lo más grave aún es el hecho de que muchas personas consideran la frase romántica y que refleja el verdadero sentido del amor, PERDÓN lo que refleja es el más alto sentido del daño que le ha hecho el consumismo a nuestro país, la posesión, el control y la inseguirdad. Pretender que algo o alguien, es de mi propiedad es pretender que el otro piense, actué, sea, como yo quiero que él sea, que por cierto es lo más alejado del amor y del compromiso, y es lo más cercano a la cultura del éxito y la posesión.
Sé que muchas mujeres estarán diciendo en este momento, por eso Jenny Rivera es sabia, porque le pega a la gente en los palenques y luego les paga una lana para que no denuncien, a no verdad, pensé que estaba en Ventaneando, más bien como Lupita D'Alessio, a no verdad, ya no dice malas palabras, bueno en todo caso dirían que mi querida Paquita la del Barrio tendría razón, pero la idea no sería vernos como propiedad sino como personas que intentamos tener una relación madura y que ésta se irá conformando en la medida que nos comprometamos y si funciona qué bueno, si no, no querrá decir que se acaba el mundo o dejaste de poseer un coche o tu libro favorito.
¿Será entonces la solución dejar de lado estas frases tan utilizadas? Más bien será analizar el contenido de nuestros pensamientos y acciones, porque en muchas ocasiones hacemos las cosas en automático, por aprendizaje, y como las hemos aprendido de alguien a quien amábamos, se vuelven de raíces fuertes y difíciles de abandonar, porque aparte nos dan identidad. Un ejemplo de esto es el padre que enseña a su hijo a no llorar o no mostrar sus sentimientos en ocasiones que así lo ameriten, esto en el futuro le acarreará dificultades al hijo, porque le será difícil expresar sus afectos a la esposa o a sus propios hijos, todo a partir de la premisa de "así son los hombres".
O el maestro que cree todavía que a su autoridad no se le cuestiona y violenta a los alumnos, creyendo muy dentro de él, que le hace un bien al alumno, corrigiéndolo, cuando lo que le coarta es su libertad para pensar y su creatividad para aprender.
Un ejemplo más, los políticos que creen que hacer tal o cual cosa es lo que necesita el país, cuando en su visión existe la megalomanía y el narcisismo que no les permite ver más allá de sus narices y adoptan una posición mesiánica y se enojan cuando se les cuestiona su proceder, que en muchas de las veces es una visión distorsionada de la realidad.
En otras palabras yo creería que la frase debería de cambiar y ser más o menos así: "Si amas a alguien, síguelo amando, si están juntos es por su decisión, si ya no lo están, seguirás amando, pero tal vez, no sea esa persona".
Recordando al gran maestro Amparán en su aniversario luctuoso, les recomiendo la película "La Vida es Bella" y el libro de Erich Fromm: "El Miedo a la Libertad".
¡Hasta la próxima!
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