¿Por qué gritamos?
El pasado jueves por la noche y en los primeros minutos del día viernes se celebró el 101 aniversario de nuestra independencia, como muchos de nuestros paisanos celebramos con el tradicional grito con nuestros familiares, amigos, pareja o compañeros de trabajo. Algunos prefirieron salir algún lugar público, algunos otros al sitio tradicional de todos los años y otros tantos prefirieron verlo desde la comodidad de su hogar, pero la gran mayoría de las personas con dos características primordiales la alegría y el consumo de alcohol.
Seguramente mi estimado y no cocido lector, por no decir crudo todavía por las fiestas patrias, pensará la relación entre esto y la psicología. Bueno, ahí le va un intento por tratar de explicar desde mi punto de vista la relación.
La personalidad del mexicano, aclarando nuevamente como lo hemos hecho en otras ocasiones, la gran mayoría, dice que somos apegados a la madre emocionalmente, con un padre proveedor pero poco cercano en los quehaceres de la educación, con familia extensa muy presente, es decir tíos, abuelos, primos cercanos. Con una gran dependencia emocional y con poca capacidad para cumplir con nuestro proyecto de vida, prefiriendo ser queridos que capaces en nuestros trabajos y sobre todos muy predispuestos a la victimización y con un sentido apego al grupo muy alto.
Ahora pensemos ¿Quién es el encargado del grito de independencia? Pues un mexicano, y festejamos la independencia, cuando nosotros somos emotivamente dependientes, tanto de la madre como del jefe, como de los hijos, como del trabajo, etc.
Según la teoría freudiana dice que si el niño no es capaz de independizarse adecuadamente de la madre, está destinado en el futuro a estar apegado emocionalmente a ella, esto quiere decir que si no logramos ver las cosas “buenas” y “malas” de la madre y a aceptarlas dentro de nosotros tenderemos un pendiente con ella el resto de la vida, lo que nos llevará a conductas irresponsables y poco maduras como el consumo de alcohol, inconstancia en el trabajo, enojo las figuras de autoridad y a fluctuar entre el cariño enorme por la madre y un enojo encubierto bastante profundo.
¿Le suena conocido? ¿A poco no le parece que estamos definiendo una buena parte de los mexicanos? Bueno, le agregaríamos algo más. Los días más festejados por nuestros paisanos son tres: el Día de la Madre, el de la Virgen de Guadalupe y el Día de la Independencia. Piense un poco por favor y se dará cuenta de que los tres hablan de la madre, el primero lógico por ser su día, el segundo es la madre más popular de México y el tercero la madre patria. Ahí le va algo más ¿Cómo festejamos? Tomando alcohol, comiendo en exceso, vacacionando, yendo a la playa, celebrando, en otras palabras echando relajo. Pero ¿en cuántos hogares mexicanos se celebrará el verdadero sentido de la independencia? O incluso habrá algunos que dirán ¿Cuál independencia después de rápido y furioso? ¿O después de esa frase tan famosa de GeorgeW. Bush sobre su petróleo refiriéndose al de México?
Sé que no pocos de ustedes pensarán que el divanero se tomó dos bebidas etílicas de más con estas interpretaciones pero tal parece que los habitantes de este hermoso país, pasamos por una etapa de dependencia perpetua, en la que esperamos que un solo hombre resuelva todo, donde la corrupción es de otros no mía, las infidelidades son de otros no propias, y no hacemos una evaluación responsable de lo que nos toca. No quisiera dar un discurso patriotero pero lo invito a pensar por unos momentos, decir que sí tenemos cosas muy agradables como mexicanos, pero sería bueno entrar en una etapa de responsabilidad, de madurez, de crecimiento.
Podrán ser sueños guajiros sobre todo por el momento que vive el México actual, pero sí creo que en las grandes crisis hay grandes oportunidades y ojalá demos en un tiempo muy lejano, gritos de independencia, pero no de embriaguez e inmadurez sino de verdadero crecimiento y amor por la patria. Aceptando lo bueno y lo malo de ella además de aportar nuestro granito de arena por esta nuestra tierra, nuestra gran madre.
Correo electrónico:
antoniomiranda72@hotmail.com
Twitter: @neuromiranda
