Donde hubo fuego cenizas quedan
Esta frase famosa ha sido utilizada por una gran cantidad de personas para definir el estado de una relación de pareja, si es que ella todavía lo quiere, si es que él no la olvida, si es que las relaciones pasadas siempre fueron mejores o es imposible olvidar.
En México es uno de los países que más se guía por los dichos o refranes o por lo que se dice popularmente. Parece que muchos de estos "consejos" luego se contraponen y terminan siendo utilizados a conveniencia de quien los ejerce.
Ejemplo de esto es "el que madruga Dios le ayuda" que se contrapone con "despacio que voy de prisa" o "más vale pájaro en mano, que ver un ciento volando" que tiene su contrario en "el que no arriesga no gana". ¿Habrá que tomarlos en cuenta? ¿Son una guía fiel para nuestra vida? Pues desde mi punto de vista habría que verlos como anécdotas, aunque como comentamos existen muchas personas que lo utilizan como lema de vida y muchas veces para manipular a los demás aplicando el dicho según sea su conveniencia.
¿Entonces donde hubo cenizas qué onda? Pues la realidad que se quedaron en eso, cenizas.
Lo que habría que entender es que existe una parte de la pareja que quizás no soluciono la pérdida y sigue con la esperanza de que esas cenizas se vuelvan fuego, cuando el único fuego es el coraje que se experimenta porque se dejó de ser importante para la otra persona.
¿Entonces es una frase de ardidos? No, para nada, tendremos que analizar el caso, pero personalmente pienso que en nuestra cultura el tema de cerrar círculos es el talón de Aquiles de muchos de nosotros.
Se nos enseña, más que con palabras, con hechos que el estar apegado o dependiente de alguien es señal de cariño o de amor, se nos enseña que es difícil que alguien que nos amó en el pasado lo deje de hacer, se nos enseña que en los empleos o trabajos hay que querer, en lugar de funcionar. Todo esto conlleva a una identidad, dicha identidad tendrá que ver con lo que somos y como nos queremos con lo que somos.
En otras palabras hemos sido educados con principios que no son malos ni buenos, pero sí son de una cultura que privilegia el cariño, la dependencia y la pertenencia, lo que ocasiona que seamos una sociedad violenta, tema que por cierto abordaremos próximamente.
Entonces a todos aquellos enamorados que todavía suspiran por el amor del pasado sería mejor decirles que el pasado ya se fue y que no volverá, y que si mi telenovela favorita termina con el matrimonio y vivieron felices para siempre, no es la realidad, pero si me chuto treinta novelas diarias es posible que me crea éstos y sea parte de mí como dice la tienda comercial.
Sé que estarán pensando que existen parejas que se reencuentran y se vuelven a amar, y dirán muy enojados este divanucho no cree en el amor y la constancia, pero les diríamos que éste es un caso diferente, en el que ni uno ni otro pudieron terminar su relación y la retomaron en otro momento de su vida.
También sé que pensará que el PRI es un ejemplo claro de donde hubo fuego, pero en el lenguaje de los dinosaurios no existen los refranes, por tal motivo no aplica.
Espero no romper su ilusión, sino más bien iluminar un poco su realidad, aunque suene a candidato en campaña, pero considero que siempre, y no es temerario, vivir con la realidad, aunque la ilusión sea cómplice de tantas películas, novelas y poesías que nos han hecho enloquecer, aunque sólo sea por un momento de fantasía.
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