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EL DIVÁN

Mi abuelita tiene la culpa

Por: Lic. José Antonio Miranda Hernández

Para inicio de este año 2011 abunda una cantidad de buenos propósitos para cumplirse ahora sí de una buena vez. Dentro de los más comunes están el bajar de peso, hacer ejercicio, dejar de fumar, dejar de tomar y el dejar de pelear con un ser querido.

La cuestión estriba en que en el 80% de las ocasiones estos objetivos no se cumplen pasando estos buenos deseos para los próximos meses de enero de los años subsecuentes, ocasionando que las personas se sientan frustradas y tristes además de incapaces de lograr aunque sea uno sólo de los objetivos propuestos.

¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué mis metas no se cumplen? En primer lugar estaría desde mi punto de vista, el poner dichas metas claras y concisas y no pretender bajar 10 kg. de peso en un solo día. La dificultad se hace mayor debido a la gran cantidad de anuncios que en la pantalla se nos ofrece, que si usted los analiza detenidamente uno puede comprar todos los artículos y no tendría que mover un solo dedo para cumplir sus sueños desde unas pompas de Jennifer López, pasando por un cutis de las pompas mencionadas así como unos bíceps y hombros del tamaño de William Levy incluida el kayak con el que sale al final de la cultísima telenovela de las 10 de la noche.

¿Cómo es un objetivo claro entonces? Pues no pretender bajar de peso, sino comer sanamente y balanceado, además de estar asesorado por expertos en el área y no con personas que sólo quieren vender.

En segundo lugar es el verdadero deseo de cumplirlo. Sé que suena extraño pero la mayoría de la gente nos centramos en lo que no queremos, decimos que no queremos tener deudas, que no queremos tener este cuerpo, que no queremos tener esta casa, esta familia, etc. y pocas de las ocasiones nos enfocamos en lo que deseamos, esto implica dejar de lado las quejas y pretender que el deseo sea lo único que busquemos y no centraros en cosas que tenemos y que nos molestan provocando que nuestra meta desaparezca o se pierda.

El tercer paso será ser constantes. En otras palabras no desfallecer en la búsqueda del objetivo a las primeras de cambio. Un ejemplo de esto es el que desea dejar de fumar y la primera fiesta del año rompe con su promesa. ¿La causa? Es que mis amigos no me dejan o mis familiares me incitaron, o las penas no me dejan. Y aquí queda una vez más demostrado que el deporte más recurrido por el mexicano no es le futbol, ni mucho menos es le beisbol, no, es el culpar a otro de mis circunstancias.

La cuarta recomendación pasaría por llevar un registro cuantificable de mis metas, es decir que si son pesos ahorrados anotarlos y mantener mis gasto de tal forma que a final de año las cuentas me den y no pedir dinero prestado para el pavo del 2012 o para pagarle a panchita la de la tienda, o volviendo al sobrepeso bajaría los kilogramos que se pretendían y llevar un control porque puede ser que siga pareciendo la "bodoquito"y en realidad sí bajé de peso nada más que mi genética de huesos largos y pesados no me permite tener el cuerpo de Belinda o ya de perdis de Ninel Conde.

Sé que es difícil llegar a cumplir estos propósitos porque la mente está ocupada en la fiesta, en el relajo, en los parientes que no vemos durante el año, pero créame que con un poco de esfuerzo hará que sus sueños se hagan realidad, porque por principio de cuentas el único responsable de los que me sucede y sucederá es uno mismo y no el tan mentado y justificado destino que ha hecho que ni la Selección Mexicana de futbol ni Romano sean campeones.

¡Hasta la próxima!

Mi correo electrónico: antoniomiranda72@hotmail.com

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