Este lunes 29 de agosto comienza la edición número 43 del Abierto de los Estados Unidos en Flushing Meadows, Nueva York, lo que representa el cuarto y final torneo del grand slam de tenis con una durabilidad de dos semanas concluyendo, insólitamente, el día 11 de septiembre fecha de no muy buenos recuerdos para la Gran Manzana y toda la humanidad.
Fue Arthur Ashe quien obtuvo el primer título de este certamen en el año de 1968 y que se desarrollaba anteriormente en Forest Hills hasta que, una década después, se trasladó al norte de Queens cuya cancha central, lleva precisamente el nombre del desaparecido tenista afroamericano y en el que, desde el año 2003 en que Andy Roddick derrotó al español Juan Carlos Ferrero, un participante norteamericano no puede lograr este significativo acontecimiento.
Como una verdadera atracción, este certamen tendrá a las cuatro grandes estrellas que han acentuado la cronología de los duelos trascendentales de los últimos tiempos, por lo que es de esperarse no existan sobresaltos en el transcurso de los desafíos ya que el número uno actual, el serbio Novak Djokovic, se presenta como el predilecto para llevarse el campeonato.
Otro de los postulantes es sin duda el español Rafael Nadal, quien arriba a Nueva York posterior a dos master 1000 inmediatos, en los cuales no pudo acceder ni siquiera a las semifinales como lo fueron Montreal y Cincinnati, seguido del suizo Roger Federer, quien ganó el US Open sucesivamente desde 2004 hasta 2008, terminando el argentino Juan Martín del Potro un año después con el reinado del de Basilea, al que venció en la gran final.
El otro aspirante es el escocés Andy Murray, quien después de haber obtenido el master 1000 de Cincinnati el domingo pasado y haber arribado a la final de esta competición en el 2008, es el que se encuentra en el cuarto lugar de la clasificación y que a pesar de no tener aún en sus vitrinas un título de esta naturaleza, será un verdadero dolor de cabeza para quien se le ponga enfrente.
Suceda lo que suceda en este evento, Djokovic se mantendrá en la cima del ATP, y esto al adecuado trabajo que realizó en el Masters de Cincinnati, ya que con esa actuación en el torneo de Ohio, en el cual llegó a la final abandonando el encuentro por una lesión en el hombro, supera los cuartos de final a lo que compareció el año anterior, por lo que avala el que siga agregando puntos en su contabilidad porque las derrotas de Rafael Nadal ante Mardy Fish y de Roger Federer con Tomás Berdych le proporcionaron al balcánico, y campeón actual de Wimbledon, ese privilegio.
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