Después de dirigir por 33 temporadas en tres equipos en las Grandes Ligas, Tony LaRussa ha decidido dejar el beisbol una vez que se encumbró al ganar la Serie Mundial en siete dramáticos encuentros venciendo a los Rangers de Texas y que, de esta manera, se convierte en el primer manager que se retira inmediatamente luego de obtener el "Clásico de Otoño".
Comenzó su prestigiosa trayectoria dirigiendo a los Medias Blancas de Chicago en el año de 1979 y encaminó a los Atléticos de Oakland a tres campeonatos de la Liga Americana en forma continua entre 1988-1990 logrando el título mundial en 1989 en contra de los Gigantes de San Francisco en la famosa "batalla de la bahía" tristemente recordada por los temblores que se registraron en esa región de la costa oeste de los Estados Unidos.
Arribó a San Luis en octubre de 1995 y, durante 16 campañas, los metió a los playoffs nueve veces, coronándose con los pájaros también en el 2006, pero la de este 2011 lleva demasiado mérito debido a que prácticamente se encontraban fuera de toda posibilidad de acceder a la postemporada y aunado a que su figura del cuerpo de pitcheo, Adam Wainwright, se tuvo que ausentar en esta campaña debido a una cirugía de codo en el adiestramiento de la primavera.
Y lo que son las cosas, ya que este 4 de noviembre se cumplió un año de que se nos adelantó en el camino otra leyenda del "Rey de los Deportes", como lo fue Sparky Anderson que junto con Tony LaRussa son los únicos managers en ganar la Serie Mundial con dos equipos de ambas ligas, recordando que el desaparecido timonel de los Tigers llevó a la máquina roja de Cincinnati a ganar las series mundiales de 1975 y 1976, y al conjunto de Michigan el Clásico de Otoño en 1984 con el inolvidable Aurelio López.
LaRussa deja el deporte que siempre lo apasionó como el tercero en la lista que más éxitos obtuvo que fueron dos mil 728 victorias situado detrás de Connie Mack que cosechó tres mil 731 y John McGraw, quien logró dos mil 736 triunfos (¡qué nombres!) y que, sin lugar a dudas, un día estará en el salón de la fama en Cooperstown, Nueva York.
Una vez que en el 2010 Bobby Cox se jubiló como manager de los Bravos de Atlanta, LaRussa era el que más años tenía como director de una escuadra de grandes ligas y con el abandono de Jerry Sloan como coach de toda la vida con el Jazz de Utah en la NBA, el nacido en Tampa, Florida, era el más perdurable como jefe de un club de entre todas las cuatro ligas deportivas en la Unión Americana.
Deja un legado que servirá para varias generaciones y que ojalá, entre otros como el coach de bateo de los actuales campeones, Mark McGwire, aprenda de este legendario personaje que hacer las cosas de manera correcta siempre llevará a cualquier deportista al éxito.
Rcerpa@yahoo.com