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El espeluznante caso de la esponja

Las esponjas y trapos pueden extender el terror de las bacterias en tu cocina

El espeluznante caso de la esponja

El espeluznante caso de la esponja

Gabriela Ortiz

Como si fuera un guión de una película de terror, varios estudios han revelado que en realidad ese aliado en el que usted confía al momento de lavar los trastes, es su ENEMIGO, y puede hacer que todos los miembros de su familia salgan corriendo asustados... pero al baño.

Hablamos del espeluznante caso de las esponjas de cocina que en lugar de ser asesinas de los gérmenes, son precisamente las que se encargan de extender por su cocina el terror de las bacterias, ya que si usted lava los platos con una esponja contaminada lo que está haciendo es diseminar los patógenos entre sus utensilios.

Varios estudios han descubierto que la humedad y las pequeñas grietas que tiene las esponjas y trapos de cocina, son el hogar ideal para bacterias patógenas difíciles de eliminar entre las que se encuentran: la E.coli, la Salmonella y el Campylobacter.

Esto se debe a que cuando usted lava los trastes los restos de comida se adhieren a la esponja, y al combinarse con la humedad proporcionan el ambiente perfecto para que patógenos y hongos se multipliquen. Incluso este ambiente les resulta tan “agradable” que pueden llegar a sobrevivir hasta dos semanas.

Usted puede pensar que si su esponja está remojada en agua y jabón no hay ningún problema, pero esto no es verdad, la única forma de eliminar las bacterias es la desinfección.

Primero debemos aclarar que la limpieza y la desinfección no es lo mismo. En el primer caso se eliminan los gérmenes de las superficies y en el segundo se les destruye. Limpiar con agua y jabón permite eliminar la suciedad y la mayoría de gérmenes, pero en ocasiones es necesario desinfectar para acabar por completo con las bacterias.

La venganza del microondas

¿Pero cuál es el mejor método para desinfectar las esponjas de cocina?

Para saber la respuesta, el Servicio de Investigaciones Agrícolas estadounidense (ARS) realizó en el 2007 un estudio en el que se realizaron varias pruebas para eliminar los patógenos de las esponjas.

El primer paso consistió en remojarlas a temperatura ambiente durante 48 horas en una solución con carne picada, para favorecer la cantidad de microbios, y se trató la esponja de cuatro maneras: sumergida durante tres minutos en una solución con un 10% de lejía, con zumo de limón durante un minuto, calentada en el microondas durante un minuto y, por último, lavada en el lavavajillas con un ciclo de secado.

Los resultados fueron los siguientes: El tratamiento con lejía y zumo de limón consiguió eliminar del 37% al 87% de las bacterias, pero los mohos sobrevivieron de un 6.7% a un 63%.

Por su parte, las opciones más eficaces de desinfección fueron calentar las esponjas en el microondas o introducirlas en el lavavajillas con un ciclo de secado, ya que estas técnicas redujeron en un 99.9% las bacterias.

Sacando los “malos espíritus”

La División de Protección de Alimentos y Medicinas estadounidense hace las siguientes recomendaciones para limpiar su esponja de cocina y así “exorcizarla” de las bacterias:

*Antes de desinfectar las esponjas de cocina en el microondas es necesario primero enjuagarlas y escurrirlas, de otro modo el detergente que acumulan se esparcirá dentro del micro ondas.

*Asegúrese de que la esponja no contiene elementos de metal. El metal puede iniciar un fuego dentro del microondas.

*Desinfecte la esponja en el microondas por 2-3 minutos. Este lapso de tiempo permite que con seguridad la esponja alcance la temperatura mínima necesaria para quedar realmente desinfectada.

*Tome precauciones. Espere un par de minutos antes de sacar la esponja del microondas. Evite quemarse.

*Algunos modelos últimos de lavadoras de platos traen opciones para desinfectar.

*Es mejor utilizar un sistema de rotación con dos esponjas. Tener una limpia, seca y lista para usar, mientras se lava la otra.

*Es indispensable siempre retirar los restos de partículas de comida que puedan haber quedado adheridos.

*Limpiar la grasa de aves de corral o de carnes con papel de cocina desechable en lugar de usar la esponja.

*Recuerde limpiarla con frecuencia y mantenerla seca cuando no la use.

Terror en la cocina

Sin embargo, la limpieza de la esponja de cocina no es lo único que usted debe hacer para que el terror de las bacterias no tome control de tu cocina.

También tiene que estar atento a los trapos de limpieza, ya que si los usa para limpiar la estufa, los líquidos derramados y secar los trastes y la fruta, seguramente lo único que está haciendo es “embarrar” todo de bacterias.

Para que esto no suceda es necesario que tenga un trapo para cada cosa. El que se use para limpiar las superficies sucias debe lavarse todos los días y el que es para secar los trastes se lava cada 4 o 5 días, igual que el que se utilice para la fruta y verdura. Siempre hay que dejarlo secar bien estirado y colgando de algo, de lo contrario, se forma humedad, la cual es un ambiente ideal para la proliferación de bacterias.

Además si quiere limpiar algún alimento o bebida derramada es mejor usar una toalla desechable para que así no se formen bacterias.

También debe tener especial cuidado en sus manos y lavarlas con agua caliente y jabón durante al menos 20 segundos antes de empezar a manipular alimentos. De esta manera, se evita que las bacterias se adhieran a la piel.

Así que la siguiente vez que limpie su cocina, preste especial atención para que sus esponjas y trapos no se conviertan en “zombies” de las bacterias.

Fuente: Consumer. es / Revista del consumidor / División de Alimentos y Medicinas del Departamento de Agricultura de Carolina del Norte

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