EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

El fin de semana se decide la suerte de la izquierda en el 2012

JESÚS CANTÚ

La elección de la nueva dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática es vital para las aspiraciones de la izquierda de volver a ser uno de los dos contendientes, con posibilidades reales de triunfo, en la elección presidencial del 2012. Lo que está en juego es: por un lado, quién se posiciona mejor en la contienda interna, Andrés Manuel López Obrador o Marcelo Ebrard; y, por el otro, si este mismo fin de semana se decide la ruptura de la izquierda o si todavía se mantiene la posibilidad de lograr una candidatura de unidad para el 2012, en este último caso el que se libre de este escollo no necesariamente la asegura, pero al menos el resultado que emerja del Consejo Nacional del PRD no la sepulta.

En las últimas cuatro elecciones presidenciales la contienda se ha polarizado entre las dos fuerzas políticas con mayores porcentajes de preferencia electoral: en 1988 fueron PRI y FDN, que posteriormente se convirtió en PRD; en 1994, PRI y PAN; en 2000, PAN y PRD; y en 2006, PAN y Coalición por el Bien de Todos. Hoy es posible aventurar que uno de los dos contendientes será el PRI, si no sucede algo extraordinario antes de la elección; pero de acuerdo a las encuestas de preferencia electoral el segundo está en una muy cerrada disputa entre el PAN y la izquierda, sin embargo, las mismas muestran que si ésta presenta dos candidatos el PAN asume esa posición.

Hasta los momentos de redactar este análisis, ninguna de las corrientes lograba juntar los 229 votos necesarios para alcanzar las dos terceras partes y, por lo mismo, asegurar presidencia y secretaría general, por lo cual todavía en los momentos previos a la instalación del Consejo, a las 12 del mediodía del sábado, se mantenían las negociaciones entre las distintas corrientes para tratar de llegar a un acuerdo, sin embargo, el alcanzar las dos terceras partes no necesariamente significa preservar la unidad perredista.

Los tres candidatos que buscan llegar a la presidencia son Jesús Zambrano, del grupo de Nueva Izquierda, que hasta ahora tiene asegurado el mayor número de consejeros, ya que únicamente con NI y Alternativa Democrática Nacional, alcanza 171, que es prácticamente la mitad de los 343 que integran el Consejo Nacional y casi seguramente contará con el apoyo de Izquierda Renovadora, que le aporta otros 19 consejeros, con lo cual llega a 190; Dolores Padierna, de la segunda corriente con mayor número de consejeros, Izquierda Democrática Nacional, que cuenta con el apoyo de otros siete grupos y llega a 110 consejeros; y, finalmente, postulado por Marcelo Ebrard, Armando Ríos Piter, que recibió además el apoyo de la corriente Foro Nuevo Sol, y que tiene seguros 25 votos y, eventualmente, podría sumar algunos de los dispersos que no alcanzan siquiera para sumar medio centenar.

Respecto al acomodo de las fuerzas internas de cara a la elección de candidato presidencial a principios del próximo año, es muy claro que el triunfo de Zambrano o Ríos Piter (o algún tercero en discordia que surja afín a dicho grupo) significa una ventaja para Ebrard; mientras la llegada de Padierna o de alguien afín, para López Obrador. Ese es otro de los ingredientes que ha polarizado la disputa entre Zambrano y Padierna.

En estas condiciones la única fórmula que lograría sumar las dos terceras partes sería una negociación entre los grupos que apoyan a Jesús Zambrano y a Dolores Padierna, que también sería la única que aseguraría que no se diera la ruptura en estos momentos; pero este acuerdo parece muy difícil de lograr porque el segundo grupo coloca una condición que es imposible de cumplir para el primero: garantizar, desde hoy, que el candidato del PRD a la gubernatura del Estado de México será Alejandro Encinas, lo cual para el primero está sujeto al resultado de la consulta que se celebrará el próximo domingo, en dicha entidad, para saber si van o no en alianza con el PAN y, en su caso, a los términos del acuerdo de coalición; pero además Encinas se ha descartado para ser el abanderado de dicha alianza.

Lograr el apoyo de Nuevo Sol y del pequeño grupo de consejeros que apoyan a Ebrard no permite lograr las dos terceras partes, pero un eventual acuerdo entre ellos sí aseguraría en esos momentos la ruptura, pues el grupo de Padierna ya amenazó que si eso sucede ellos abandonan el Consejo y tomarían las oficinas del partido.

Así que todo parece indicar que la única vía para prolongar la unidad del PRD (y la izquierda en el 2012) es que no llegue ni Zambrano ni Padierna (que por cierto al ser ellos los postulados muestra que los dos grupos presentaron a sus más fuertes representantes), pero Ríos Piter no parece ser alternativa viable, como tercero en discordia; mientras la vía de una votación mayoritaria parece ser un camino seguro a la ruptura.

Únicamente se ven dos alternativas transitables en estos momentos: encontrar a un tercero en discordia que de alguna manera muestre equidistancia de las dos corrientes (como Lázaro Cárdenas Batel, que ya declinó la invitación); o designar a un interino mientras se logra salvar el escollo de la alianza del Estado de México, que parece ser la manzana de la discordia. Ninguna de las dos parece fácil, pues llevan meses de negociación sin encontrar la salida y ahora únicamente tienen 36 horas para lograrlo.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 609846

elsiglo.mx