"En política, nunca pasa nada por accidente. Si pasa, puedes apostar que así se planeó."
Franklin D. Roosevelt
México sigue siendo un país que crece menos que su potencial económico y que, además, sufre de una enorme pobreza y desigualdad social. De poco ha servido que durante casi un siglo los gobiernos posrevolucionarios hayan justificado su existencia con el argumento de que aplicaban políticas sociales progresistas. El último informe económico sobre México de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la OCDE, el cual fue difundido este pasado 17 de mayo, reitera cuáles han sido las políticas que han generado los fracasos económicos de nuestro país.
El gobierno mexicano mantiene una amplia gama de subsidios y tratos fiscales preferenciales con los cuales, supuestamente, busca disminuir la pobreza y la desigualdad. Los resultados, sin embargo, han sido exactamente los opuestos. Lo único que los políticos han logrado es castigar la inversión y el crecimiento, con lo cual han elevado la pobreza y la desigualdad.
Los subsidios y tratos fiscales especiales, como el de la gasolina o la tasa cero del IVA, benefician de forma desproporcionada a los mexicanos de mayores recursos. El camino a un mejor nivel de vida es eliminar estas injustas prácticas. Si realmente los políticos quisieran ayudar a los pobres, tendrían que hacerlo con apoyos directos a los pobres, como los del programa Oportunidades.
La OCDE reconoce que México está teniendo una robusta recuperación económica después de la abrupta caída de 2009. Recomienda, sin embargo, la aplicación de políticas anticíclicas más vigorosas y, en particular, que se guarde un porcentaje mayor del ingreso petrolero para usarlo para el gasto público en momentos de bajos precios o de desaceleración económica. Esto es lo que hacen Chile, con sus ingresos cupríferos, y Noruega, con los petroleros.
Los economistas de la OCDE recomiendan a México cobrar IVA a los productos que actualmente tienen tasa cero, como alimentos y medicinas, y además eliminar las exenciones a la educación y los servicios médicos. Estos costosos privilegios fiscales benefician mucho más a las clases pudientes que a los pobres. Los subsidios o tratos preferenciales a bienes o productos de consumo general siempre benefician más a quien más consume, esto es, a los ricos.
La OCDE también recomienda a México reevaluar los costos y beneficios de sus numerosos regímenes fiscales especiales. El gobierno mexicano otorga tratos especiales a las maquiladoras, al transporte, a las firmas agropecuarias y a las pequeñas y medianas empresas. Los reglamentos fiscales mexicanos son, en consecuencia, tan complejos que facilitan que las empresas se dediquen a la elusión y la evasión fiscal.
El llamado subsidio para el empleo beneficia más a los trabajadores con mayores ingresos. El gobierno mexicano da también un trato fiscal especial a las prestaciones de los trabajadores sindicalizados. Esto ayuda a quienes trabajan para grandes empresas, pero eleva proporcionalmente los impuestos de quienes laboran en empresas pequeñas y medianas y reciben menores sueldos.
El informe de la OCDE demuestra que no hay por qué sorprenderse del bajo crecimiento de la economía mexicana o por la pobreza y desigualdad de nuestro país. Los resultados son previsibles dadas las políticas del Estado mexicano que ayudan a los ricos y castigan a los pobres. Estamos simplemente cosechando lo que estamos sembrando.
¿MAESTRO?
Sigfrido Olmedo Méndez, militante de la Sección 22 del SNTE, fue uno de los líderes de las violentas movilizaciones magisteriales del 15 de febrero en Oaxaca. Según publica La Razón, Olmedo cobra por siete plazas magisteriales, entre ellas una de subdirector de secundaria, pero no se presenta a trabajar. Además, estuvo en la cárcel en 1976-1977 por haber matado a un payaso del Circo Atayde. Este mes de mayo su sección sindical ha suspendido clases, como todos los años, en Oaxaca.
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