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El genio Steve Jobs

Actitudes

JOSÉ SANTIAGO HEALY

La muerte del co-fundador y alma de la empresa Apple, Steve Jobs, deja un profundo vacío en el mundo de la tecnología y los negocios.

Jobs fue un visionario, un genio de la electrónica, el más grande innovador de los últimos años, pero principalmente fue un tenaz luchador.

Murió a los 56 años luego de seis años de enfrentar un agresivo cáncer de páncreas que lo mantuvo varias veces al borde de la tumba. El pasado 24 de agosto renunció a la presidencia ejecutiva de Apple ante el avance de su enfermedad para ser sustituido por Tim Cook.

La noticia de su fallecimiento ocupó de inmediato los principales espacios de los medios de comunicación, especialmente en los portales de internet y en las redes sociales.

La empresa envió un comunicado en donde destacó el brillo, pasión y energía de Jobs en todas las tareas de innovación en Apple. Citó una verdad irrefutable: "El mundo es inmensamente mejor gracias a Steve".

En estos momentos cuando la economía mundial sufre enormes quebrantos y cuando el mundo financiero, particularmente Wall Street, es objeto de protestas y reclamaciones, vale la pena conocer un poco más de cerca la historia de este empresario único llamado Steve Jobs.

Nació el 24 de febrero de 1955 en San Francisco, California, y vivió prácticamente toda su vida en esa región. Su fallecimiento tuvo lugar en Palo Alto apenas a unas doce millas de Cupertino, la sede de la empresa Apple Inc.

Jobs deja a su esposa Laurene Powell con quien contrajo matrimonio en 1991 y procreó cuatro hijos. Sus allegados enviaron un comunicado en donde expresan que "Steve murió hoy en paz rodeado por su familia". Y añade: "En su vida pública, Steve fue conocido como un visionario; en su vida privada, fue muy querido por su familia".

Jobs no estudió en Harvard ni en ninguna universidad de prestigio. Sólo cursó un semestre en el Colegio Reed de Portland, Oregon, escuela que abandonó por falta de recursos y porque decía que no encontraba el valor que buscaba en las clases que tomó.

En junio de 2005 fue padrino en la Universidad Stanford en donde reconoció que era la primera vez que se encontraba tan cerca de una graduación.

Su discurso fue histórico porque habló con una inusual franqueza y porque tenía apenas un año de haber sido diagnosticado con cáncer. "La vida es limitada, no pierdan tiempo viviendo la vida de los demás", dijo a los recién graduados. "Y lo más importante -insistió-, tengan el coraje para seguir su corazón y a su intuición".

La historia de lucha de Jobs ya la conocemos. Sin más recursos que su entusiasmo, en 1975 inició Apple con Steve Wozniak, en la cochera de la casa de su padre. En diez años de arduo trabajo ambos llevaron a la compañía de dos a 4 mil empleados con un valor de 2 mil millones de dólares.

Jobs fue despedido de su propia empresa en 1985 porque el consejo directivo de supuestos profesionales no estuvo satisfecho con su desempeño financiero y con su afán de innovar e innovar.

Pero según Jobs ese despido fue lo mejor que pudo sucederle porque logró entonces formar nuevas compañías como Next y Pixar que le permitieron dar rienda suelta a su creatividad y regresar años después a la empresa en donde finalmente se consolidó como un genio de la tecnología y la invención.

Sus productos iPod, iTunes, iPone, iPad, entre muchos más que lanzó Steve Jobs, revolucionaron al mundo y facilitaron la vida cotidiana del hombre. Todos llevan el sello de la excelencia en cuanto a la calidad, su durabilidad y su relación costo-beneficio.

El éxito de Jobs fue su obsesión por crear tecnología de vanguardia que fuera útil, amigable y con un precio accesible para los usuarios. Cuando daba a conocer nuevos inventos, vestido con suéter y pantalón de mezclilla, Steve demostraba que su interés no era hacerse más rico ni llevar a Apple al primer lugar en Wall Street, sino aportar mejores tecnologías para el mundo entero.

Todos esperamos que Apple no sufra quebrantos con la muerte de su fundador y que su legado sea imitado en Wall Street y en el mundo de negocios en donde se ha perdido la esencia empresarial y en cambio se buscan codiciosamente altos rendimientos financieros que tarde o temprano terminan por sucumbir cuando no existe una filosofía de calidad y de servicio.

Descanse en paz tan destacado genio e inventor.

Envía tus comentarios a jhealy1957@gmail.com

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