Cuando te sientas molesto o frustrado por el comportamiento de tu mascota recuerda que alguien debe enseñarle cómo comportarse. Un perro sin formación o límites no puede saber lo que se espera de él. El tomarse el tiempo para educarlo o pagar para su educación fomenta que el perro sea más feliz al no tener que sufrir del desagradable regaño castigo físico.
Un perro educado podrá ser excelente guardián y compañero e incluso si su tamaño se lo permite vivirá dentro de la casa. Al estar educado nuestra mascota formará parte integral del ambiente familiar y propiciará un mejor ambiente familiar. Cuando nuestra mascota cuenta con educación se puede pasar más tiempo con ella e incluso hacer ejercicio sin estar batallando con la correa. Al estar educado también disminuiremos los accidentes dentro y fuera del hogar. Otra ventaja es que los niños pequeños podrán desarrollar una mejor relación con ellos e incluso aprenderán sobre la obediencia.
Un perro sin educación fomentará problemas entre los miembros de la familia ya que habrá constantes reclamos por las "marcas de territorio", zapatos mordidos, sillones rasgados, y comida escondida entre los muebles. Habrá un mayor stress al escuchar gritos y recibir castigos físicos. Se corre el riesgo que al intentar defenderse nosotros seamos víctimas de un mordisco o rasguño. Un perro sin educación es simplemente una muestra de la irresponsabilidad que puede llegar a tener una persona al no poner límites ni cuidados en una mascota.
Al invertir en la educación canina estamos invirtiendo en nuestra propia tranquilidad al contar con una mascota más centrada y responsable.