El mejor compañero sexual
Muchos afirman ser o tener consigo al “mejor amante del mundo”. Otros, en algún momento se cuestionan: “¿En verdad soy un buen compañero sexual para mi pareja? ¿Quedará satisfecha con mi desempeño? ¿Es posible perfeccionar mi puntaje amatorio?”. Hoy le decimos cómo puede obtener respuesta a esas preguntas.
Hay un serio desconocimiento sobre la capacidad sexual que cada uno tiene. Erróneamente existe la creencia de que ‘el mejor en la cama’ es aquel que tiene mucha experiencia, o conoce y domina variadas y complicadas posiciones eróticas, o posee una gran energía bajo las sábanas, entre otros mitos. No es así.
Saber si se es ‘el mejor’ para su pareja (y viceversa) es muy sencillo. Basta con analizar una serie de cuestiones que a continuación le presentamos. Revise si ya las cumple y si no, tome nota y comience hoy mismo.
1. Identifique las ganas de su compañero
Usted, ¿sabe en qué momento su pareja empieza a tener ganas de que usted tenga ganas? Los buenos amantes desarrollan un sistema de señales para notificarse el anhelo que tienen de estar en la intimidad. Un ejemplo nos lo ofrece el poeta Jaime Sabines, quien acostumbraba decirle a su mujer “¡tengo hambre!” y esa era la pauta que ella reconocía como el indicador del deseo de su marido. Inmediatamente dejaba lo que estaba haciendo o terminaba la visita que realizaban para regresar a casa y hacer el amor como locos. Ese en definitiva es un buen sistema de señales del amor.
Quienes disfrutan su vida sexual quieren tener frecuentes encuentros y se disgustan cuando se presentan obstáculos o contratiempos que les impiden la intimidad.
2. Si usted tiene ganas y su pareja no, despiérteselas
Toda persona tiene en su cuerpo áreas erógenas, es decir, sexualmente excitables. Algunas mujeres se encienden inmediatamente ante el roce de los dedos del varón sobre sus pezones o nalgas. Ciertos hombres responden con una fuerte erección ante el contacto de la mano de la mujer en su pene. Cada persona tiene su propio mapa de excitación y quien aspire a ser un buen compañero sexual deberá conocer y explorar cuidadosamente el potencial erótico de su ‘media naranja’. Siempre hay algo que se puede hacer por perfeccionar este conocimiento, por ello es tan importante la frecuencia en el coito, a fin de descubrir nuevas alternativas a la pasión.
3. A la cama no se va a pensar
La intención de iniciar un encuentro puede verse afectada por factores que distraigan: las preocupaciones del diario vivir, situaciones económicas, enfermedades, etcétera. Un buen amante sabe que al disponerse a hacer el amor no debe pensar en nada; sólo buscar la satisfacción mutua y después, una vez concluido ese hermoso momento, se podrá analizar cualquier problema a resolver.
4. “Tu goce es mi goce”
En la relación todo debe ser ganar-ganar. Para lograr que la vida de pareja tenga los clímax necesarios y constantes es indispensable involucrar el placer propio en el del compañero. Si uno se lleva los aplausos y el otro sólo ve, sencillamente no permanecerán unidos.
5. Escuche sin juicios y hable sin sarcasmos
La vida sexual es el reflejo más fiel de cómo está la comunicación entre dos personas. Si uno o ambos usan el sarcasmo para manifestar su inconformidad en el desempeño erótico del otro estarán construyendo los cimientos de una desavenencia. La autoestima de cada uno puede verse afectada por los comentarios hirientes y peor aún, llevarlos a enfrascarse en una lucha. Escuche con atención y cuidado a su amante para conocer qué quiere y esté dispuesto a hacerlo, o si tiene un desacuerdo resuélvalo, de lo que se trata es de unir, no de vencer.
6. Reconozca sus mutuas diferencias
Muchas parejas se separan por no respetar su forma de vivir y pensar. Buscan cambiarse mutuamente y acaban odiándose. Queriendo alcanzar una mejor relación terminan por asfixiar a su compañero. Cada individuo tiene sus propias aficiones y defectos. Imponer un punto de vista y estilo sexual en la cama sin contar con la aprobación y entusiasmo de su contraparte llevará a un fuerte disgusto. Piense muy bien antes de cancelar lo que él o ella hacen. Conecte corazón y cerebro antes de hablar.
7. Acepte sugerencias
Para que usted y su amante disfruten, escuche sus sugerencias y no se conduzca como si ya supiera todo y él o ella no pudiera enseñarle algo. No caiga en la soberbia de descalificar cualquier proposición que le haga. El mejor de los compañeros sexuales escucha con atención y pone en práctica las recomendaciones amatorias de su ‘otra mitad’.
8. No desespere si las cosas salen mal
La impaciencia sexual, la exigencia, en lugar de aumentar la fogosidad y favorecer el placer, los anulan. Caer en el extremo de recriminar a la pareja cuando cambia el ritmo de excitación o de respuesta en la cama hará más difícil el ardor posterior y favorecerá lo contrario a lo que se busca: quedar contentos y con ganas de más.
SEA SIEMPRE EL MEJOR
Usted puede ser siempre el mejor compañero sexual de su pareja. Calificarse de excelente, regular o deficiente involucra la esfera física del placer. En primer término es fundamental que todo lo que se haga en la intimidad brinde satisfacción a ambos y los deje ávidos de nuevos encuentros. Pero también involucra el ámbito afectivo, a fin de que los amantes se sientan plenos en el amor y el deseo, anhelando seguir unidos.
La calificación tiene dos vías, la que cada uno se otorgue en lo personal y la que su pareja le señale. Cada día se puede conocer más al otro, y aprender a darle goce; ese aprendizaje jamás termina.
www.sexologosilvestrefaya.com