Urbanización. Los cables se encuentran fijados a elementos del templo católico.
Víctima del tiempo, la urbanización y los descuidos, el templo de San Juan de Dios muestra hoy un deterioro exterior considerable pese a ser, de acuerdo con los expertos, uno de los recintos de mayor valía histórica en la entidad.
La iglesia, cuya construcción data de principios del siglo XVII, muestra una cantera desgastada por el tiempo y por los elementos urbanos: a su estructura están fijados cables de energía eléctrica; su techumbre está llena de vegetación y su pared norte es bañada con el agua de lluvia por los vehículos que circulan sobre Pino Suárez, y por uno que otro transeúnte que decide utilizar sus muros como servicio sanitario.