EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

El priismo incompetente

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Ya está la mesa puesta. Este domingo habrá de celebrarse los comicios para elegir gobernador en Coahuila. Quizá hasta por interés periodístico, parece que no hay mucho que esperar pasado mañana.

Si uno respeta medianamente las encuestas, el resultado está ya decidido. Por primera vez en la historia moderna de México habrá de consumarse el traspaso de poder estatal entre hermanos. Sin objeción, si los votos ciudadanos lo respaldan, no hay nada que decir, la voluntad ciudadana se expresará como lo ha hecho desde 1994, cuando vino el relevo presidencial y Ernesto Zedillo ganó con todas las de la ley la contienda de entonces. Ya no se vale llorar por los rincones que se robaron los votos, eso ya está superado.

Ese discurso de los panistas de que el PRI es el eterno corruptor y especialista en robarse elecciones, ya es canción vieja. No se trata en lo absoluto de pensar que el Partido Revolucionario Institucional es otro instituto. Los priistas son una organización con una vocación plena de consecución y ejercicio de poder, para ello trabajan y muy a menudo lo consiguen.

También es costumbre de los tricolores tener poco apego de ideologías. En corto, desde el populismo atroz de Echeverría y López Portillo, hasta el liberalismo más acrisolado de Carlos Salinas de Gortari. Todo esto en menos de 30 años: en el PRI se vale ser de dulce, de chile y de manteca, todos caben; si se le conoce el modo.

Pero en el caso local hay por supuesto que hacer un gran reclamo. Salvo excepciones, las camarillas de los partidos son quienes se reparten el pastel de todos los ciudadanos, así son las cosas. Aquí cabe la queja.

Todos tenemos derecho a ser representados, y como es Coahuila, a nivel de la titularidad del poder ejecutivo estatal no ha habido ni habrá en el corto plazo como se mira, la posibilidad de que de La Laguna, sea extraído el gobernador. Y esto no es por que no se respeten las elecciones, sino porque es claro que únicamente a través del PRI es como se puede llegar a ser el primer mandatario coahuilense.

Nunca el gobierno local tricolor ha perdido su hegemonía. Si bien es cierto que en el año 2000 y 2006 en las federales han existido triunfos de Acción Nacional. El primero por el efecto Fox y el segundo porque la disputa se centró entre López Obrador y Calderón, sin oportunidad para Roberto Madrazo, nadie los ha derrotado nunca en las urnas.

Así pues, no hay espacio para que haya un gobernador que no sea de extracción priista. Por eso hay decepción con los priistas de La Laguna. Deben ser terriblemente incompetentes los miembros de ese partido que son originarios de Torreón, San Pedro, Francisco I. Madero, Matamoros o Viesca; ¡nunca los escogen para ser candidatos a gobernador!

Ni Manlio, Braulio, Heriberto, Carlos Román, Mariano (q.e.p.d), Salvador, Salomón, Javier o Eduardo. Alcaldes todos de la ciudad más grande de La Laguna, han sido capaces de ser quienes su PRI los escoja para ser gobernador. Ha habido diputados federales y senadores. Desde 1994, que Paco Dávila - hoy candidato a diputado local, por cierto- alcanzó una senaduría en segundo lugar de la fórmula. No ha habido un solo senador lagunero del partido tricolor desde entonces. En 2000 perdió Don Jesús Villarreal y seis años después le pasó lo mismo a Salomón Juan Marcos.

Por ello, la conclusión simplista es que o el priismo lagunero es muy incompetente para sacar un político capaz de ser gobernador o existen otras causas que mi limitada razón me impide percibir, que el organismo creado por el maestro Plutarco Elías Calles nunca escoge un miembro de acá, desde don Braulio en los años sesenta.

eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 639359

elsiglo.mx