Rocío Rebollo cumplió su primer año como alcaldesa de Gómez Palacio. Sobre su gestión hay diferentes opiniones, hay quienes aprueban su labor y otros critican su gestión. Sin embargo, la mayoría coincide en que la alcaldesa ha dedicado la mayor parte de su tiempo a arreglar el desorden que dejó la pasada administración. Tanto panistas como priistas coinciden que Rocío Rebollo hizo poca obra pública debido a la falta de recursos. A esta falta de dinero habría que sumarle la falta de apoyo del gobernador, Jorge Herrera, que más allá del discurso no ha volteado los ojos a La Laguna de Durango.
Incluso como prueba del desorden financiero que dejó la administración que concluyó Mario Calderón y que inició Ricardo Rebollo, está el hecho de que pocos días antes de que la alcaldesa presentara su primer informe, el Congreso de Durango rechazó por unanimidad la Cuenta Pública de Gómez Palacio.
Las observaciones realizadas por el Congreso alcanzan los 60 millones de pesos en obras no ejecutadas y cuentas sin fiscalizar. De acuerdo a información publicada por El Siglo de Torreón las observaciones que motivaron el rechazo de la Cuenta Pública 2010 para el municipio de Gómez Palacio, son por 42 millones 652 mil 716 pesos de los primeros ocho meses, mientras que los cuatro restantes y que corresponden a la presente administración ascienden a dos millones 945 mil 16 pesos. Ante esta situación la alcaldesa dijo estar dispuesta a que se revisen los cuatro primeros meses de su gestión incluidos en el informe no aprobado por el Congreso.
En el balance de las acciones de gobierno sin duda uno de los mayores logros de la alcaldesa fue el de finiquitar el contrato con Proterra, empresa encargada de recolectar la basura en Gómez Palacio. Dicha empresa ganó la licitación al final de la administración de Octaviano Rendón e incluso se llegó a hacer públicos los actos de corrupción de las personas que conformaban en ese entonces el Cabildo para beneficiar a Proterra.
El hecho de que Proterra dejara de brindar desde enero el servicio de recolección de basura, le ha permitido al Ayuntamiento ahorrar más de 2 millones de pesos mensuales, incluso las quejas vía telefónica actualmente han disminuido en un 70 por ciento en comparación con las que se recibían cuando la empresa se hacía cargo de la limpieza.
Entre las acciones realizadas el primer año de gestión destaca el rescate de algunos espacios públicos, así como el programa de grafiti que permitió que esta manifestación, vista como acto vandálico, fuera reconocida como un arte que decora fachadas de escuelas y edificios.
El hecho de que la alcaldesa haya privilegiado el trabajo administrativo y con ello el realizar acciones que no lucen mediáticamente como el convenio con Infonavit donde se puede reasignar vivienda a quien lo necesita, o la regularización de predios y la creación de los juzgados administrativos, ha generado la percepción, tal vez errónea, de que no se ha hecho nada en Gómez Palacio.
Esta percepción se debe sobre todo a que muchas obras siguen en el abandono, como el nuevo edificio del Poder Judicial, la construcción del Parque La Esperanza o el paso a desnivel de la Escobedo. Proyectos de obras que iniciaron en la administración de Ismael Hernández Deras y que ahora como gobernador Jorge Herrera tampoco han sido concluidas. A pesar de ser obras estatales, para el ciudadano común el abandono en los trabajos y las molestias que generan son responsabilidad de la alcaldesa, aunque esta sea una herencia.
El regidor panista Gustavo Acosta y el síndico priista Gabriel Villalobos, coinciden en señalar que la alcaldesa ha destinado más tiempo y energía a poner orden en un Municipio que recibió lleno de deudas. Incluso para Acosta la alcaldesa "llegó sin saber cómo le habían dejado la administración. Rocío llegó a una administración donde le dejaron las arcas de los cajones vacíos y con muchos pasivos".
Por su parte, el síndico Gabriel Villalobos dice que este primer año ha sido intenso sobre todo "por como recibimos la administración con malos números. Entramos a una administración golpeada por la deuda con muchos proveedores. A pesar de todo esto creo que hemos hecho un buen trabajo".
Mientras el panista reprueba a la alcaldesa y afirma que sólo con motivo del informe se pavimentaron algunas calles, el síndico la aprueba y dice que si se pavimentaron las calles hasta fechas recientes fue porque no había dinero para hacerlo porque se estaban pagando las deudas de la pasada administración.
Más allá de los tintes partidistas, lo cierto es que la presente administración no puede presumir de un nivel de excelencia cuando el Cabildo hace sesiones de apenas cinco minutos, pero esto es responsabilidad de los regidores de hacer su trabajo.
Más allá de obras y acciones administrativas, el principal cambio que se ve en esta gestión es el hecho de llamarle a las cosas por su nombre al mismo tiempo que se ha dejado de ser un gobierno paternalista. Rocío Rebollo ha hecho mucho hincapié en decir que el rescate de Gómez Palacio no depende sólo de ella sino también de los ciudadanos que deben colaborar para tener una mejor ciudad.
Falta mucho por hacer en Gómez Palacio, el desarrollo aún no es palpable en la ciudad y para lograrlo también se requiere del apoyo del gobernador, Jorge Herrera, porque más allá de los discursos es urgente que termine el Estado las obras pendientes, pero sobre todo que gestione mayores recursos a Gómez Palacio y que se regrese a este Municipio el dinero que genera, vía impuestos.
Aún le quedan dos años a Rocío Rebollo para transformar un Municipio que por varios años ha vivido en el atraso, comparándolo con su vecino Torreón. La alcaldesa ha comenzado por poner orden en la casa, lo cual es bueno sobre todo porque los recursos son públicos y no privados.
lharanda@elsiglodetorreon.com.mx
twitter: @lharanda
