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El que siembra vientos

GILBERTO SERNA

Los policías no están preparados para mantener a raya a una turba que con razón o sin ella realiza el bloqueo de una autopista, menos para desalojarlos si son estudiantes. Los hechos de sangre que han sucedido en el estado de Guerrero así lo revelan. La historia nos dice que el único político que tropieza dos veces en la misma piedra es un animal (¿o es al revés?). (Bueno, da lo mismo). Me parece escucharlo: "abran esa vialidad a como dé lugar. Demuestren que aquí hay autoridad".

Hurguemos en el pasado, cuando Ángel Aguirre Rivero que había ocupado por primera vez, siendo priista, (ahora es perredista) en sustitución, por un problema similar, del gobernador priista Rubén Figueroa Alcocer, de lo que hace ya la friolera de16 años. En efecto, ese hecho ocurrió en el poblado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez el 28 de junio de 1995. Murieron 17 campesinos inermes que fueron tiroteados por policías que les habían marcado el alto. Por supuesto que las autoridades dieron como excusa que traían armas con las que dispararon a los agentes del gobierno, por lo que éstos actuaron en defensa propia.

No voy a relatar los sucesos en que murieron dos jóvenes normalistas que hace unos días, junto a otros, bloqueaban la Autopista del Sol. Me produce asco. Los diarios dieron detalles pormenorizados. Cabe decir que no existen manuales homologados de operación de las fuerzas públicas ante plantones, bloqueos y manejo de masas. Los policías como Dios les da entender (o en este caso Satán), tratan de apaciguar a los estudiantes a golpes de puños y patadas y, en esta vez, a tiros. Hubo piedras volando por los aires que pretendieron hacerle frente a los disparos. Lo sucedido no es culpa de los uniformados. Ellos obedecían órdenes de lo mandos superiores. Si carecen de preparación y se manifiestan con evidente salvajismo no es su culpa. No hay protocolos de operación.

En el caso de bloqueos se les deja hasta que se cansen o se les desaloja con violencia extrema. Cayeron varias cabezas de funcionarios, pero no se dijo nada sobre someterlos a juicio ante los tribunales. Me pregunto ¿qué responsabilidad tiene en la comisión de los hechos un gobernador? Es legalmente el jefe supremo de las fuerzas policiacas. Ejerce esa función a través de un jefe de Policía, pero el encargado es él.

La impunidad se manifestó provocando, se dice, el surgimiento de grupos armados como el Ejército Popular Revolucionario (EPR). Sin mayor dilación, en el caso de los estudiantes normalistas el gobernador Ángel Aguirre Rivero optó por curarse en salud, destituyendo al procurador Alberto López Rosas, al secretario y al subsecretario de Seguridad Pública, Ramón Almonte y Ramón Arreola respectivamente. Según un vocero de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, con base en los peritajes de trayectoria balística, los elementos estatales fueron los responsables. El proyectil que le causó la muerte a Jorge Alexis Herrera ingresó por la parte frontal del cráneo y el que se impactó en Gabriel Echeverría le entró por el cuello. Salvo una casualidad muy casual parece que no se trató de disparos efectuados a distancia en el calor de la batalla sino de un ajusticiamientos. Si esto se comprueba por peritos en criminalística estaríamos en presencia de dos homicidios intencionales con las agravantes de premeditación, alevosía y ventaja. Los autores de esto, que parece un asesinato a sangre fría, deberán ser llevados ante la justicia. La muerte de dos jóvenes estudiantes no debe quedar sin castigo.

Esto de acusar a las víctimas, sembrándoles armas, se ha vuelto recurrente, tratando de deformar la verdad de los acontecimientos. Las preguntas que nos hacemos quienes ahora pedimos que se castigue a los responsables, después de ver los videos, es ¿por qué la brutalidad con la que se reprimió a los normalistas? ¿Por qué pretenden culpar a los estudiantes con pruebas prefabricadas?, ¿quién o quiénes ordenaron la golpiza y la tortura al estudiante Gerardo Torres, y la farsa del uso de una metralleta con el propósito de inculpar a todo el estudiantado de rijoso.

El estado de Guerrero ha sido una de las entidades más castigadas por la miseria, los cacicazgos, la represión y la guerra sucia. En fin, el que siembra vientos, recoge tempestades, dice un viejo refrán, igual podríamos asegurar que quien siembra odio, recoge venganza. Ambos proverbios aluden a las resultas de un comportamiento malvado y al hecho de que nuestra mala acción puede volverse contra nosotros multiplicando sus efectos perjudiciales.

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