Sigue dando tela de dónde cortar lo que pasa con el Festival de las Artes que se organiza en Ciudad Lerdo. Para quienes no estén al tanto, basta decir que desde el año pasado un grupo de creadores, colaboradores, administradores y proveedores reclaman los pagos por su participación en el festival. Versiones van, versiones vienen, pero nadie ha podido darles certezas respecto a lo que sucederá con su dinero.
El alcalde de Lerdo, Roberto Carmona, rechazó que se mantenga algún adeudo con el comité organizador del Festival Internacional de las Artes de esa ciudad, que se celebró en octubre de 2010. Dijo también que a partir del año entrante será el Ayuntamiento quien se encargue de la organización, debido a la "mala experiencia" que se tuvo con Othón Reuter, el coordinador anterior.
En principio es una buena medida que sea el alcalde en persona quien lo anuncia, pues revela que está atento a esos temas, que no son menores. Además, estoy seguro de que con el presupuesto que se tiene (el año pasado fueron alrededor de 14 millones de pesos) se pueden hacer cosas excelentes. Está muy bien que el alcalde tome cartas en el asunto.
Pero entre líneas quedan dudas, vacíos, que pudieran ser malinterpretados. Por ejemplo, no se ha dicho si se emprenderá una investigación para saber cuál fue el destino de los recursos que el Municipio ya pagó, pero que el señor Othón Reuter no hizo llegar a sus destinatarios. A estas alturas, sería saludable que se hicieran públicas las finanzas del Festival completo, digamos, a través de su página de Internet, http://www.festivaldelerdo.mx/. (Por cierto, llama la atención que de las direcciones de cultura locales, sólo la de Gómez Palacio tiene página, cuando en otras regiones son una herramienta indispensable para difundir actividades, convocatorias y otros contenidos).
En segundo lugar, sería deseable pensar en la formación de un comité ciudadano que ayudase a definir el programa del Festival, pues tratándose de manifestaciones culturales no pueden dirimirse los asuntos aplicando solamente una ley de adquisiciones y un reglamento de licitaciones, como si se fueran a comprar un costal de tornillos. ¿Quién decide si se contrata a un tenor o a una cantante folclórica? ¿Quién define si es más necesario un taller de teatro o de pintura? Un grupo formado por exponentes de las distintas disciplinas podría muy bien trazar un programa que garantice que el Festival sea un factor de proyección para Ciudad Lerdo y para la Comarca en general.
Sé que no es esta la primera vez que alguien aporta ideas para fomentar la transparencia en La Laguna. Hace unos días, el escritor Daniel Maldonado se quejaba en Facebook de que el municipio de Torreón "es intolerante ante cualquier crítica", y que desde las oficinas gubernamentales se hacía lo posible por coartar su libertad de expresión, pues había hecho algunos comentarios críticos sobre Radio Torreón.
Estamos muy lejos, lo sé, de que el alcalde Olmos tome las mismas medidas que su homólogo de Lerdo, pues la cultura parece el más olvidado de los rubros en el municipio de Torreón. No pierdo la esperanza de ver pronto cuentas claras por parte de las oficinas culturales: en la medida en que se rindan con transparencia, se obtendrá la confianza de los ciudadanos, lo que al menos en teoría persiguen quienes nos gobiernan.