Espectáculos Famosos Miss Universo 2025 Miss Universo Christian Nodal Julión Álvarez

EL SÍNDROME DE ESQUILO

CORRESPONSAL EN MACONDO

VICENTE ALFONSO

"Cuando Aureliano Buendía regresó al pueblo, la guerra civil había terminado. Tal vez al nuevo coronel no le quedaba nada del áspero peregrinaje. Le quedaba apenas el título militar y una vaga inconsciencia de su desastre. Pero le quedaba también la mitad de la muerte del último Buendía y una ración entera de hambre. Le quedaba la nostalgia de la domesticidad y el deseo de tener una casa tranquila, apacible, sin guerra, que tuviera un quicio alto para el sol y una hamaca en el patio, entre dos horcones".

A pesar de la alusión al coronel Aureliano Buendía, a la casa y al almendro en el centro del patio, los párrafos anteriores no pertenecen a /Cien años de Soledad/, sino a /La casa de los Buendía/ /(apuntes para una novela),/ un texto publicado como colaboración periodística por Gabriel García Márquez el 3 de abril de 1950.

Faltaban diecisiete años para que viera la luz su novela más emblemática, pero ya el universo de Macondo tomaba forma en la libreta del reportero. En marzo de 1952, García Márquez escribe en otra de sus colaboraciones periodísticas con forma de carta: "Acabo de regresar de Aracataca. Sigue siendo una aldea polvorienta, llena de silencio y de muertos...*También estuve en la provincia de Valledupar. Allí la cosa cambia. Sigo convencido perfectamente de que esa gente se quedó anclada en la edad de los romances antiguos. Hay unas peloteras tremendas relatadas en los paseos, que todo el mundo canta. Definitivamente, Dios debe de estar metido en alguna de las tinajas de La Paz o Manaure.* Había pensado escribir la crónica de ese viaje, pero ahora dispuse reservar el material para La casa, el novelón de setecientas páginas que pienso terminar en dos años".

García Márquez, entonces un joven periodista, decide que el material derivado de un viaje a su pueblo natal es mejor para armar una novela que para redactar una serie de crónicas para el diario en que trabaja. Como hemos dicho, no fueron dos años sino diecisiete el tiempo que le tomó madurar el universo paralelo que es Cien años de soledad. Entre aquellos apuntes primigenios y la enorme novela que hoy conocemos hay enormes diferencias. Pero también resulta claro que en el caso del Nobel colombiano, periodista y escritor son inseparables:* *si bien el germen de /Cien Años de Soledad/ está en esas entregas periodísticas, también resulta evidente que su impecable olfato de reportero hubiera sido imposible sin las astucias de la literatura.

El autor de /Crónica de una muerte anunciada/ ha dicho que "la mejor noticia no es siempre la que se da primero, muchas veces es la que se da mejor". Consecuente con esa idea, el reportero colombiano trabajó una y otra vez sus notas; en vez de una colección de crónicas inmediatas reconstruyó literariamente la vida de Macondo-Aracataca hasta entregar lo que Mario Vargas Llosa ha llamado "una novela total, en la línea de esas creaciones demencialmente ambiciosas que compiten con la realidad de igual a igual". Y de paso, por qué no decirlo, fundó la primera y definitiva corresponsalía en Macondo.

Comentarios: vicente_alfonso@yahoo.com.mx

Leer más de Espectáculos

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Espectáculos

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 617856

elsiglo.mx