Foto: ROBERTO ITURRIAGA
Elmer Castro nació y vivió toda su niñez de la misma forma que lo hace la mayoría de las comunidades indígenas en Hidalgo, Chiapas, a pesar de los esfuerzos de su familia tuvo que sobrellevar la pobreza y la necesidad hasta que cumplió los quince años.
Una tarde del 2009 mientras caminaba a su casa escuchó sobre la llegada de un circo a su comunidad, determinado a mejorar su vida y probar nuevas experiencias decidió visitar aquella carpa y pedir cualquier trabajo.
Elmer se encargaba de ayudar en la limpieza y alimentación de los casi 70 animales que el circo llevaba alrededor de todo el país. Con apenas 17 años y con 1.60 de estatura, hoy en día es el responsable de controlar fieras como tigres, leones, caballos, cebras y camellos, y llevarlos al escenario.
Crisis
En 2010 la administración del circo pasó un momento difícil, las ventas de las taquillas no eran suficientes y el destino de Elmer se encaminaba de vuelta a su pueblo.