Si eres partidario de las alternativas naturales, ¡sácale provecho al frío para acentuar la belleza!
La llegada del invierno es un buen motivo para hablar de los efectos positivos que el frío puede traer a la apariencia, a través de la crioterapia. Esta antigua técnica es usada ancestralmente para el beneficio de la salud, y no hace muchos años comenzó a emplearse también fines estéticos.
La palabra crioterapia viene del griego kryo, que significa frío o helado. Así, se define como un sistema consistente en la aplicación de frío sobre el organismo, capaz de provocar resultados tales como:
-Vasoconstricción (los vasos de contraen)
-Contracción muscular
-Antiinflamatorio
En otras palabras, si el frío se administra sobre cierta zona del cuerpo provoca un estímulo inmediato en el riego sanguíneo, y simultáneamente hay una tensión en la piel y los músculos. Cuando transcurre un lapso de tiempo sin que se retire ese frío, el organismo hace un esfuerzo extra para tratar de elevar la temperatura y unificarla con la del resto del cuerpo, por eso gasta más calorías, agilizando el metabolismo basal y la quema de grasas, además de los otros efectos ya detallados en la tabla.
Es así que la crioterapia puede aprovecharse como apoyo complementario a dietas y ejercicio para deshacerse del peso extra o para reafirmar los tejidos (y que no quedes ‘colgado’) luego de perder algunos kilos, controlar el aspecto de las várices -si es tu caso-, combatir a la celulitis y mejorar la piel en general.
Este tratamiento es económico, fácil de aplicar y ofrece resultados excelentes. Para usarlo es posible recurrir a simple agua fría mediante lavados, duchas, colocación de compresas, envolturas y fomentos. Sin embargo lo más común es la utilización de empaques plásticos con un gel especial.
En general la crioterapia es para todo tipo de personas, sin importar su sexo y edad; no obstante hay algunas contraindicaciones, pues no se sugiere para quienes sean alérgicos al frío o tengan enfermedades como vasculitis, diabetes, síndrome de Raynaud, lupus, esclerodermia y padecimientos de tipo renal o visceral.
FRESCA BELLEZA
Para beneficiarte con la crioterapia no es necesario acudir a una clínica -aunque algunos la incluyen entre sus servicios-, pues es tan sencilla que puedes administrártela tú mismo en casa. Por ejemplo puedes usar té frío de manzanilla para disminuir ojeras y bolsas en los ojos. Otra opción es adquirir uno de los accesorios rellenos de gel -típicamente azul- existentes en el mercado. Estos se guardan en el congelador pues la sustancia en cuestión tiene la facultad de enfriarse sin congelarse, lo cual hace los utensilios que lo contienen muy maleables, ajustables a las zonas que se quiera trabajar. A continuación te explicamos para qué sirve cada uno de estos productos.
-Antifaz. Es útil para revitalizar la piel alrededor de los ojos. Bastan apenas unos minutos diarios para decir adiós a la hinchazón local y atenuar las líneas de expresión. También es un gran aliado como desinflamatorio después de cirugías en el área.
-Brasier. Tonifica y reafirma los tejidos de la mama, evitando la caída de los senos, endureciéndolos.
-Máscara. Activa la formación de células nuevas, permitiendo atacar las líneas de expresión y tonificar los músculos, dando un efecto de lifting. Asimismo es magnífica para cerrar los poros y eliminar la grasa que se acumula en la papada.
-Faja. Es especial para moderar los tejidos grasos en la región del abdomen y la cintura, ya que tonifica y reafirma tanto la dermis como los músculos. Las hay disponibles en tamaños especiales para los muslos, en los cuales aparte de tener propiedades reductoras favorecen la desaparición de la celulitis.
Cabe mencionar que puedes hacer tus propios productos de forma casera utilizando bolsas llenas de miel de abeja, pues al igual que el gel que no congela, así que da el mismo resultado.
Si eres partidario de las alternativas naturales, ¡sácale provecho al frío para acentuar la belleza!
Correo-e: dramayela@hotmail.com
