Explíquese usted ésto: en los últimos cuatro años la inversión de las empresas españolas establecidas en el país ha caído 77%. De 5 mil 380 millones de dólares en 2007, el monto descendió a sólo mil 471. Sin embargo, la presencia ibérica pasó de 2 mil 700 a 3 mil 600 compañías.
¿Más negocios con menos recursos? ¿Multiplicación de los euros? ¿Magia de la globalización? ¿Varita mágica que troca, otra vez, oro por espejitos? Lo cierto es que a la vera de la aguda recesión de la nación peninsular, motín de indignados al calce, las firmas de la Madre Patria han encontrado la vía al paraíso en nuestro país: aprovechar los recursos públicos para crecer al infinito.
Se diría que el Plan Nacional de Infraestructura lo diseñó Hernán Cortés con ayuda de Doña Marina, conocida como la Malinche.
La reconquista de México sin quemar bergantines ni desnudar aceros toledanos o disparar culebrinas o arcabuces. Bajo el apoyo de un sofisticado equipo legal, administrador y técnico, las firmas ibéricas han ubicado una fórmula mágica para ganar licitaciones internacionales en materia de construcción: plantear ofertas imposibles de igualar por las empresas nacionales... y luego rehacerse alegando aumentos en los costos de materiales.
Se da el caso de que al final del día la factura se cargue hasta en ¡200%! de la oferta original.
Primero el contrato, después el pleito.
Naturalmente, si los contratos los paga el gobierno de México, no hay necesidad de arriesgar un centavo. De ahí que la inversión española en materia de construcción haya descendido de mil 909 millones de dólares en 2007 a sólo 136 millones el año pasado. La caída, pues, fue de mil 773 millones.
Ahora que las firmas ibéricas ponen la fachada, y el trabajo fuerte lo realizan mexicanos que son subcontratados en condiciones desventajosas, bajo la fórmula clásica del lo-tomas-o-lo-dejas.
Y cuando hay que meter las manos en forma directa, el costo es de risa, frente al que se paga en la Unión Europea. Estamos hablando de 95 centavos de euro por hacer el trabajo de albañiles; prestaciones sociales de 77 centavos la hora y seguridad social de 31 centavos de euro por hora.
Casi el paraíso.
Naturalmente, aún con el IETU a cuestas no hay comparación entre los impuestos que se pagan en México y los que se cubren en España. Tampoco en los costos de arrendamiento de oficinas.
Lo curioso del caso, es que los ibéricos no requirieron de las joyas de la reina para financiar largos y penosos viajes de exploración para ubicar el paraíso.
Este se les entregó en bandeja de plata. Hete aquí que en 2007, cuando se gestaba la crisis que sumió al país en su peor escenario de desempleo en 10 años, el presidente Felipe Calderón realizó una gira por la nación peninsular para interesar a sus empresas en proyectos gubernamentales de infraestructura.
El numerito se duplicó el año siguiente, planteándose abiertamente que se requiere la presencia española para cumplir con el Plan Nacional de Infraestructura, cuya derrama alcanzaba 62 mil 917 millones de pesos.
Más aún, la oferta global hablaba de 250 mil millones de dólares durante el sexenio.
La oportunidad de oro para los españoles, cuya construcción cerrará este año con un crecimiento negativo de 13.6%, con una tenue esperanza de crecer levemente en 2012.
En la misma ruta el Instituto Mexicano para la Competitividad, que encabeza Valentín Diez Morodo, y el Consejo Empresarial para la Productividad de España, que preside a su vez César Alierta, firmaron un convenio para favorecer la cooperación mutua y aumentar las inversiones de comercio exterior.
Naturalmente, usted pensaría que así como España multiplica sus negocios en México vía la presencia de firmas como OHL, FCC Construcción, Isolux y Aldesa, nuestro país hace lo propio hacia allá.
Lo cierto es que la presencia es simbólica: Aunque Grupo Bimbo y Cementos Mexicanos tiene plantas en España y Televisa y el Grupo Modelo incursionan con sus ofertas, lo cierto es que estos dos últimos se han aliado con empresas ibéricas.
Ahora que el Instituto de Crédito Oficial apoya financieramente los proyectos de empresas españolas en México. Así Unión Fenosa, ACS, Izar, Iberdrola e Isolux.
La reconquista de México.
¡Rediez y más rediez!
BALANCE GENERAL
En votación dividida, finalmente la Suprema Corte de Justicia desechó la controversia constitucional planteada por el Senado contra el Ejecutivo por la expedición de un decreto que homologa las normas oficiales de México y Estados Unidos en materia de productos eléctricos y electrónicos.
En el terreno práctico, estamos hablando de que la revisión que se realiza en las aduanas de Estados Unidos será válida para el ingreso de exportaciones en ese país al nuestro en la materia.
La evidente prebenda, naturalmente, no tiene reciprocidad, es decir, nuestros productos del ramo seguirán siendo revisados allende el Bravo, aunque lleven el sellito de visto bueno nacional.
La ira del Senado la provocaba el que con un simple decreto el Ejecutivo estaba modificando la Ley Federal de Metrología y Normalización, tarea que en tal caso le correspondía al Congreso.
La gran pregunta, naturalmente, es en qué se basaron los ministros para avalar lo que a simple vista es una aberración.
SE DIVIDE LA CFC
Colocada de espaldas a la pared por Telcel ante la decisión mayoritaria de dos de tres comisionados de recusar, es decir, excluir a su presidente, Eduardo Pérez Motta, de la discusión para ventilar el recurso de reconsideración planteado por la firma de telefonía móvil ante la megamulta de casi 12 mil millones de pesos impuesta por reincidencia en prácticas monopólicas relativas, la Comisión Federal de Competencia se está dividiendo.
El comisionado que votó en contra de la decisión, Rodrigo Morales Elcoro, señala que sus compañeros hicieron una valoración "parcial, simplista y superficial" de las pruebas de descargo aportadas por Eduardo Pérez Motta.
Según él la acusación de parcialidad que pesaba sobre éste, de cara a sus declaraciones ante medios de comunicación en que se preveía la imposición del castigo, pretende controlar las atribuciones de éste como vocero del organismo, en un escenario en que se están censurando las opiniones técnicas.
El escándalo se hará mayor, naturalmente, cuando se revoque la multa a la firma hegemónica.
CHOQUE EN EL IFE
Finalmente, la insistencia del Instituto Federal Electoral en modificar las reglas para el proceso electoral de 2012 a espaldas del Congreso hizo corto circuito. Ayer, el presidente del Comité de Radio y Televisión, Francisco Guerrero, presentó su renuncia al cargo, inconforme con la rigidez que se plantea.
Testigos de piedra en los enjuagues del organismo, las concesionarias de radio y televisión están de espaldas a la pared frente a reglas imposibles de operar y la amenaza de sanciones para quien las incumple.
Por lo pronto, resulta extraño, por aplicar un calificativo, que se haya publicado en el Diario Oficial un reglamento polémico antes de otro que se aprobó con antelación.
¿Mucha prisa de la Secretaría de Gobernación?