Eufórico, quizá, por la constelación de estrellas de la farándula estadounidense que acudió a la premier del programa de televisión en que actúa como guía de turistas con etiqueta de intrépido, el presidente Felipe Calderón se sacó de la bolsa un inesperado regalo: Cielos abiertos para líneas aéreas extranjeras
Traducido al castellano, las firmas de Estados Unidos podrían realizar en el país tareas de cabotaje, es decir, ofrecer vuelos al interior de éste, México-Oaxaca-Miami, vía Delta Airlines o México-Monterrey-Chicago vía Continental... con la novedad de que a veces ni siquiera se reclamaría una ciudad de allende el Bravo como destino final.
Colocada la exigencia por los turisteros desde la época del presidente Luis Echeverría, el presidente Calderón se atrevió a lo que en su momento rechazaron tajantemente otros titulares del Ejecutivo con fama de liberales a ultranza. Léase Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo o Vicente Fox.
Vamos, ni siquiera cuando empresarios como Miguel Alemán o Carlos Hank González fueron titulares de la Secretaría de Turismo, se atrevieron a poner la mosca en la oreja del Presidente de la República.
La ocurrencia fue tan desmedida, que al día siguiente el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome, debió corregir la plana. - Lo que el Presidente quiso decir...
Y aunque para muchos el fin podría justificar los medios en un escenario de desesperación del Gobierno frente a la caída dramática en el flujo de visitantes al país ante un panorama incierto por la inseguridad, parecería que la filosofía que priva en el país sigue siendo el "haiga sido como haiga sido".
La apertura indiscriminada, naturalmente sin exigencia de reciprocidad al calce, le daría la puntilla a la industria aérea nacional, con todo y el repunte de algunas empresas beneficiadas por la derrota de Mexicana de Aviación.
Estaríamos hablando de un nuevo capítulo de la serie David y Goliat.
Una política de cielos abiertos totales, sin restricción alguna, sería entregar en bandeja de plata el dominio aéreo del país. En las naciones donde se ha aceptado la alternativa, el proceso ha sido gradual para preparar la competencia. De hecho, la primera fase ha sido la implantación de una política aeronáutica.
Empujar, pues, la demanda por la vía de la oferta cuando el problema no es la falta de ésta, sino la carencia de clientela ante el desborde de alertas frente a lo que el propio gobierno calificó como guerra.
Justo cuando el presidente Felipe Calderón mostraba sus proezas acuáticas en afán de recrear las bellezas naturales del país, en Veracruz, a plena luz del día, se lanzaban a una de las avenidas principales 35 cadáveres.
Desde otro ángulo, México ha firmado convenios aéreos con Estados Unidos y otras naciones que permiten flexibilizar la oferta. De ahí la posibilidad, por ejemplo, de permitir volar por pares de ciudades, lo que de pasadita alienta la reciprocidad.
Más aún, Estados Unidos podría hacer lo que Volaris, quien pactó con la principal línea aérea de ese país para vuelos internos, al colocar sus fichas de modo que se permitan las conexiones con la línea nacional en viajes hacia México.
El escenario lo cubría en parte Mexicana de Aviación, a quien se le está dejando morir de inanición.
Se diría, pues, que mientras en México se soslaya la agonía de la línea aérea más antigua del país, con Aeroméxico la empresa bandera, a las firmas de Estados Unidos se les regala una tonelada de vitaminas.
Cielos abiertos, quinta libertad, ¿Viva México?
BALANCE GENERAL
Por segunda ocasión en menos de dos meses, la Comisión Federal de Competencia le solicitó a Televisa información adicional para documentar su solicitud de alianza con la telefónica móvil Iusacell, para ofrecer una red de banda ancha de cuarta generación.
El requerimiento para lo que se calificó de inaudita integración de las firmas de Emilio Azcárraga Jean y de Ricardo Salinas Pliego, tras la ruptura de la primera con la telefónica estadounidense Nextel, con quien había peleado por una red nacional de telefonía inalámbrica, se planteó a mediados de abril pasado.
De hecho, Televisa había amarrado su participación en la firma del Grupo Salinas vía la entrega de mil millones de dólares de los mil 600 pactados por el 50 por ciento del capital.
De acuerdo a las reglas con que actúa la dependencia encabezada por Eduardo Pérez Motta, a más tardar este mes debía darse la respuesta.
En el camino, Nextel presentó una denuncia contra Iusacell para evitar que se diera una concentración en medios y publicidad en favor de la empresa conjunta, alegando que ello afectaría la competitividad del sector.
VAN CONTRA SUÁREZ COPPEL
Encabezado por el perredista Pablo Gómez, un grupo de senadores está promoviendo la posibilidad de un juicio político contra el director general de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, en el marco del caso Repsol.
El cargo contra el funcionario apunta a haber violado la Constitución al endeudar a la paraestatal con los mil 600 millones de dólares pagados por un 4.8 por ciento adicional de la participación que mantenía ésta en la petrolera española, a espaldas del Congreso.
De acuerdo a la fracción octava del artículo 73 de la Carta Magna, Pemex estaba obligado a solicitar autorización para pactar el préstamo de los recursos, dado que sobrepasa el monto autorizado para endeudamiento.
En paralelo, los préstamos que pudo gestionar la empresa pública deben ser canalizados a la realización de obras de infraestructura, no a la compra de acciones.
SÍ... PERO NO
Al fragor del lanzamiento de su campaña "Por un mercado libre para la cerveza", la Cámara Nacional de la Industria Cervecera y Malta se acercó a la naciente Asociación Cervecera Mexicana que agrupa a los productores artesanales, para convocarlos a platicar.
En el camino se le planteó la posibilidad de ingresar al organismo, lo que se aceptó sin problema.
Semanas después llegaría una carta en la que se señalaba que la solicitud había sido aceptada... con la novedad de que a partir de ahí ya no hubo conexión. Las cartas y las llamadas se quedaron en el aire.
Como usted sabe, aunque en el papel son decenas los socios de la Cámara, en la práctica la membresía se constriñe a tres empresas: El Grupo Modelo, la cervecera Cuauhtémoc-Moctezuma y la dueña de éste, es decir, la firma suiza Heineken.
De hecho, las dos primeras se rotan la presidencia, con la novedad de que actualmente quien detenta ésta, Margarita Hugues, es la directora jurídica del Grupo Modelo, en tanto el vicepresidente, Arnulfo Treviño, maneja las relaciones institucionales de Cuauhtémoc-Moctezuma.
Todos para uno, pues, en la pelea por desvanecer o minimizar las consecuencias del procedimiento abierto por la Comisión Federal de Competencia por prácticas monopólicas de las firmas hegemónicas.