En una arista más del escándalo desatado por la alianza entre Petróleos Mexicanos y la constructora Sacyr Villahermoso para sindicar su voto en el Consejo de Administración de Repsol, la petrolera española está exigiendo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores investigar una adquisición anormal de sus acciones.
Según ello el movimiento, con etiqueta de especulativo, se dio entre el 24 de agosto y el 3 de septiembre, justo la época en que se anunció la alianza entre la firma propietaria del 20 por ciento del capital de la petrolera y la paraestatal mexicana.
En refuerzo de ésta, Pemex adquirió un paquete adicional de acciones equivalentes al 4.6 por ciento del capital, con lo que sumó 9.6.
Los papeles se adquirieron justo, entre el 24 de agosto y el dos de septiembre en cuatro operaciones, pagándose un precio por ellos que osciló entre 18.82 y 19.95 euros por unidad.
Investigado en primera instancia el asunto por una comisión independiente, se detectó que durante el lapso se registró un movimiento extraordinario de acciones y títulos prestados, bajo la intermediación del banco francés Credit Agricole.
El caso es que éste fue, justo, quien le vendió el nuevo paquete a Petróleos Mexicanos, bajo la modalidad de derivados.
La operación se pactó en mil 600 millones de dólares, por más que se calcula que en el vaivén la paraestatal ha erogado 200 millones más.
El dictamen de la investigación realizada por un vocal independiente y dos consejeros de la petrolera española, en el marco de la Comisión de Arbitraje y Control de Repsol, concluye que en el movimiento extraordinario de acciones hubo información privilegiada.
De acuerdo a la Ley del Mercado de Valores de España, de confirmarse que Pemex actuó con ventaja, se le podría imponer una multa, y en el extremo anular la operación de compra de valores.
De enfrentar oficialmente la indagatoria y de resultar ésta contraria a la causa de la empresa pública, ésta tendría cuatro puntos de conflicto a litigar.
Estamos hablando de la decisión mayoritaria del Consejo de Administración de Repsol de instar a la paraestatal mexicana para anular su alianza con Sacyr Villahermoso.
La votación fue de ocho de los 12 votos previstos contra tres, es decir dos de los tres consejeros de Sacyr y el que mantiene Pemex.
La sorpresa fue que uno de los representantes del aliado incómodo de Pemex, Juan Abelló, se salió de la reunión antes de votar.
En paralelo, la empresa dirigida por Juan José Suárez Coppel deberá hacer frente a la acusación endilgada por los accionistas minoritarios de mantener un "permanente conflicto de interés" en su participación en el Consejo de Administración, cuyo expediente se ha entregado a la autoridad reguladora española. Más allá, Repsol ha modificado su estatuto interno en un escenario en que para tener derecho a un asiento en el Consejo de Administración se reclama una tenencia accionaria mínima de 6.4 por ciento, lo que desvanece la posibilidad de que Pemex alcance dos.
De hecho, de anularse la compra accionaria realizada, la paraestatal no tendría derecho a mantener el único que tiene.
Como lee usted, pues, el jaque es en todo lo alto.
Por lo pronto, enmarañada lo que parecía la oportunidad de oro para la empresa pública de influir en las decisiones de la petrolera que controla YPF, la ex petrolera estatal argentina, y mantiene una facturación anual cercana a los 50 mil millones de euros, el director general de ésta, Juan José Suárez Coppel, canceló por tercera vez la posibilidad de rendir cuentas ante la Cámara de Diputados.
El pretexto, según ello, fue el que se entrampaba su comparecencia ante la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación con la que está prevista para el 19 del mes que corre, ésta ante la Comisión de Energía.
Lo curioso del caso es que no hay fecha para la que sería una reunión conjunta.
Se salió, pues, de control el golpe espectacular que reforzaría la internacionalización de la empresa pública, ante la prisa de Suárez Coppel por hacerle la faena a su amigo Luis del Rivero, el presidente de la constructora Sacyr Villahermoso que pretendía reforzar sus posibilidades de reestructura de la colosal deuda que arrastra, vía una mayor influencia en Repsol.
Amigo incómodo.
BALANCE GENERAL
Ahora resulta que en la desesperación frente a la falta de seriedad de los postores para el rescate de Mexicana de Aviación o las exigencias desmesuradas de la autoridad para que exhiban 250 millones de dólares sin habérseles levantado la mano aún, se está buscando una alternativa casi casi de consolación.
Estamos hablando de convertir a la empresa en chartera, es decir realizar vuelos fletados de antemano por la clientela sin rutas fijas y presencia activa en los mostradores.
MEXICANA CHIQUITITA
La empresa, según ello, operaría con los nueve aviones que la administración de Gastón Azcárraga Andrade empeñó por un préstamo cercano a mil millones de pesos otorgado por el Banco Nacional de Comercio Exterior.
El problema, como usted sabe, es que el banco de desarrollo ya tiene jurídicamente adjudicadas las naves, aunque físicamente sigan en los hangares.
O qué, ¿lo harán socio?
Gestor de transnacionales
Hete aquí que en su incursión sabatina al súper, el director general de Normas de la Secretaría de Economía, Christian Turégano Roldán, se topó con una anomalía por parte de la propia tienda -estamos hablando de Costco-, con cargo a la firma suiza Nestlé. Las marcas Nido 3+ y 1+ se vendían como leche, a contrapelo de la Norma Oficial Mexicana 051 para el etiquetado de alimentos y bebidas preenvasadas.
El alimento no está etiquetado como leche.
El hecho es que en lugar de hacer valer su función frente a la anomalía, el funcionario llegó el lunes a su oficina con la consigna de darle el "pitazo" tanto a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales como a la firma que sugiere la distribución de los productos, Banuet Consultores.
Está la encabeza Luis Fernando Vázquez, quien casualmente fue director de Evaluación de Conformidad de la Secretaría de Economía.
El asunto, pues, se resolvió entre "cuates".
TELMEX CONTRA TV AZTECA
Aletargado el pleito frontal de las televisoras contra Teléfonos de México, hete aquí que la firma del magnate Carlos Slim y Televisión Azteca están colocadas en las esquinas del ring en Colombia.
Resulta que ambas están peleando por una red de fibra óptica.
Mientras Telmex ataca con su filial local, TV Azteca lo hace vía un consorcio denominado Fibra Óptica Colombiana, integrado por ésta y la empresa Total Play.
En la campal están también las firmas colombianas Auditel; la china ITE Corporation, y la estadounidense Exicom.