En intento desesperado de justicia, un grupo numeroso de integrantes de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores realizó ayer un plantón ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en protesta por su inacción frente a una denuncia contra los ex dueños de Mexicana de Aviación.
Colocada ésta el 28 de junio pasado, el eje gravita en presuntas violaciones a la Ley del Mercado de Valores al incumplir el Grupo Posadas, en su calidad de emisora, de informar a los inversionistas sobre eventos relevantes en relación con la línea aérea, que podrían afectar su patrimonio.
La vela en el entierro de la ASPA es que ésta mantenía en su poder un paquete accionario de la firma dueña de la línea aérea, adquirido en el piso de remates de la Bolsa Mexicana de Valores.
La lista habla, entre otras, de soslayar la información sobre la creación del llamado Nuevo Grupo Aeronáutico que aglutinaba tanto a Mexicana como a sus filiales Click y Link, en aparente afán de cancelar operaciones de la primera.
Más allá, la firma encabezada por Gastón Azcárraga Andrade ocultó las condiciones con que había pactado un préstamo cercano a mil millones de pesos con el Banco Nacional de Comercio Exterior, en cuyo escenario se empeñaron nueve aviones, los únicos que tenía Mexicana en propiedad.
Tampoco, en esa misma ruta, se dio a conocer a los inversionistas que un préstamo previo, pactado éste con el Banco Mercantil del Norte por mil 500 millones de pesos, le permitía a la intermediaria cobrar el principal o intereses vía los pagarés (conocidos como bouchers) firmados por sus clientes en la compra de boletos.
El escándalo afloró cuando Banorte, pese a que la empresa había entrado en concurso mercantil, siguió cobrando los papeles.
Y si le seguimos, tampoco hubo información previa sobre la venta de la empresa, al precio simbólico de mil pesos, a la Tenedora K, tras la que se ocultaba el fondo estadounidense de inversión Advent.
De hecho, los inversionistas que le apostaban a los papeles de Posadas y empresas conexas, aún están ayunos de las condiciones en que se pactó la curiosa operación que le permitió a Azcárraga y demás la graciosa huida.
De acuerdo a los pilotos reclamantes, la pasividad de la autoridad supervisora obedece a presiones del Grupo Posadas, quien no quiere más olas, dadas las versiones de que estaría alistando una colocación accionaria para capitalizar su expansión, cuya posibilidad se derrumbaría por el escándalo.
De hecho, se señala que el principal promotor para congelar la denuncia es el banquero Alfredo Harp Helú, dueño de la cadena de tiendas de artículos deportivos Martí y del 30 por ciento de la cadena hotelera.
En la operación para bajarle decibeles a la gritería en contra del presidente de Posadas, se convenció al presidente a su vez del grupo hotelero Presidente, Ángel Lozada, de no llevar a los tribunales los agravios que reclamaba en su paso como vicepresidente de Mexicana de Aviación.
Estamos hablando de la curiosa forma en que la aerolínea pactaba sus paquetes todo pagado, con la novedad de que cuando apuntaban a los hoteles de Lozada el costo de la rebaja se prorrateaba entre éstos y la firma, y cuando se trataba de los de Azcárraga Andrade, ésta los absorbía por completo.
Más aún, al momento de la debacle, el primero en cobrar sus cuentas pendientes y correr por los pasillos con sus maletas, lo adivinó usted, fue el Grupo Posadas.
Lo cierto es que el manto de impunidad con que se cobija a Gastón Azcárraga Andrade alcanza también al ámbito judicial.
Un año después de interpuesta una primera denuncia en su contra por administración fraudulenta por parte de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, y cuatro meses de la interpuesta a su vez por la propia ASPA, no se le ha tocado al empresario ni con el pétalo de un citatorio.
Se diría, pues, que la consigna oficial es mantener con carácter de intocable al que fuera presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, en cuya época se llegó a autocalificarse públicamente como "jefe de los pirruris".
-Ya perdió mucho dinero, dicen las compadecidas autoridades, qué más quieren.
Pobrecito.
BALANCE GENERAL
Prevista su inauguración al amanecer del 2012, las señales apuntan a que habrá un retraso de al menos un semestre en el dicho y el hecho para instalar en Cancún un mega centro de distribución de mercancías chinas para el país.
Enclavado en un predio de 561 hectáreas para abrigar un área industrial de maquila, una suerte de salón de exposiciones de la cultura del país de la muralla y, naturalmente, 156 tiendas al mayoreo, el Dragon Mart se abriría casi en paralelo al desmantelamiento total de los impuestos compensatorios impuestos a China por prácticas desleales de comercio.
Mercancías del país de la muralla sin necesidad de viajar a Shangai y luego sortear las aduanas mexicanas. Peladito y en la boca, pues.
Total, qué tanto es tantito frente a la colosal catarata.
¿TÚ TAMBIÉN CARLOS?
A pregunta de la diputada priista Ana Estela Durán al presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Mony de Swaan, en el marco de su comparecencia ante la Comisión de Comunicaciones y Transportes de la Cámara Baja, éste señaló que no sólo Nextel, también Teléfonos de México tiene concesiones de espectro que no está explotando.
A la letra, el funcionario señaló: "Coincido plenamente, Nextel no hace uso apropiado de la banda de 3.5, con una noticia adicional: Teléfonos de México tampoco hace un uso cabal del espectro de esta banda. Están sentados sobre el espectro de manera que, en efecto, habría que tomar medidas al respecto...".
Como recordará usted, la SCT mantiene en suspenso la posibilidad de que la cadena MVS pueda aprovechar una concesión en la banda de 2.5 gigahercios, justo bajo la acusación de no haberla explotado a cabalidad en su momento.
Por lo pronto, ayer Iusacell denunció al funcionario ante la Función Pública por omisión en el cumplimiento de sus responsabilidades.
TELMEX SE VA
El próximo 11 de noviembre vence la oferta pública lanzada por América Móvil, la firma hemisférica del magnate Carlos Slim con alcance en 18 países, para adquirir siete mil 219 millones de acciones representativas del 40.4 por ciento del capital de Teléfonos de México.
De concretarse la operación Telmex desaparecerá de las pizarras de las Bolsas de Valores en las que cotiza, dado que la compradora adquirió previamente el 60 restante.
La erogación alcanzaría 76 mil millones de pesos, considerando que el precio a que se pagarán cada uno de los papeles es de 10.50.
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