Aunque hasta hoy sólo una empresa transportista mexicana ha sido certificada para ingresar con carga al territorio de Estados Unidos, la Secretaría de Economía desmantelará mañana el último tramo del castigo impuesto al país vecino por incumplir compromisos en la materia.
Estamos hablando de la imposición de aranceles extraordinarios al ingreso de un conjunto de mercancías Made in USA, en represalia a la cancelación unilateral por parte de la Casa Blanca del programa piloto con que se iniciaría la apertura.
Ésta, como sabe usted, se integró como parte de los compromisos pactados a la firma, hace 17 años, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Sin embargo, en contraste con la obsequiosidad del Gobierno mexicano, que levanta penitencias al sólo propósito de enmienda, la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) mantendrá viva una demanda contra el Gobierno de Estados Unidos por daños y perjuicios ante el incumplimiento.
Planteada ésta ante un panel de solución de controversias, en el marco del capítulo XIX de la negociación, el reclamo habla de una indemnización se seis mil millones de dólares, sólo por tres años de paréntesis.
De acuerdo a la ruta crítica prevista, ésta llegaría, con reciprocidad a una y otra fronteras, tres años después del arranque de éste, con la novedad de que la contraparte colocaría una cantidad impresionante de obstáculos, aduciendo desde la incompatibilidad de idiomas hasta la antigüedad de la flota mexicana, pasando por la diferencia entre las medidas de los camiones y, naturalmente, razones ambientales.
El último intento se frustró hace dos años, al cancelar unilateralmente Estados Unidos un programa piloto que permitía el ingreso de un puñado de empresas transportistas mexicanas a su territorio, alegando, ¡válgame Dios!, falta de presupuesto.
La reacción de México fue imponerle aranceles extraordinarios a un conjunto de mercancías, algunas de ellas inocuas como las croquetas para perros o los árboles de Navidad artificiales. Al anuncio de la Casa Blanca de reanudar el experimento se desmanteló el 50% del gravamen de ingreso al país.
La primera empresa que recibió luz verde para entrar al territorio de Estados Unidos, y de hecho ayer lo hizo, tiene la razón social Transportes Olimpic. La gran diferencia entre el anterior programa piloto y el actual es que aún desmantelándose unilateralmente éste, el permiso para la firma con sede en Monterrey continuará vigente. La gran pregunta, naturalmente, es cuántas empresas nacionales más alcanzarán un visto bueno similar por parte de la Administración Federal de Seguridad del Autotransporte de Estados Unidos, por más que se habla de otra compañía con sede en Tijuana que estaría en la antesala.
La sospecha, por lo pronto, habla de atole con el dedo.
La mula no era arisca: Desde 1995, un año después de la entrada en escena del TLCAN, Estados Unidos dio muestras de que pesaban más los compromisos electorales con los poderosos sindicatos de transportistas locales, que los firmados con el Gobierno de México.
Ese año, a contrapelo de la ruta crítica prevista que hablaba de un escenario de gradualismo, se le cerró al país la posibilidad de ingreso de carga mexicana a una franja fronteriza de sólo 25 kilómetros.
Mantenida persistentemente la barrera en los tres años siguientes, México planteó una demanda ante el mecanismo de solución de controversias, quien integraría un panel de expertos para dirimir el diferendo.
Éste le daría la razón al país. Pese a ello, Estados Unidos tardaría seis años más en abrir un escenario temporal bajo el marco de "experimento piloto". La posibilidad hablaba de 100 empresas certificadas por cada uno de los países. El caso es que dos años después, en la sorpresa de la temporada, el presidente Barack Obama aprobaría una ley que desmantelaba los recursos presupuestales para el programa.
TENGAN, PUES, SU APERTURA
Y otra vez a empezar de cero. Las mesas de trabajo. Los requisitos para el ingreso. Las restricciones del idioma, el conocimiento de los reglamentos, la polución...
La paradoja del caso es que los titubeos de la nación de allende el Bravo contrastan con el enorme flujo de mercancías entre las dos naciones, cuya facturación rebasa 400 mil millones de dólares. Por lo pronto, mañana la Secretaría de Economía desmantela los aranceles extraordinarios impuestos a 99 productos, 55 agroalimentarios y 45 industriales, cuyo monto era de entre cinco y 25 por ciento, tras reducirlos a la mitad.
Y, por lo pronto, el panel de solución de controversias que analiza la demanda de la Canacar perfila una resolución favorable a ésta, en congruencia con la primera emitida en la materia. El gobierno suelta; los privados aprietan.
BALANCE GENERAL
De acuerdo a la expectativa de los analistas, durante el tercer trimestre del año Cementos Mexicanos resintió una pérdida neta de 322 millones de dólares, frente al quebranto de 89 en el mismo periodo del año pasado.
El escenario coloca a la firma encabezada por Lorenzo Zambrano en una situación aún más difícil para cumplir los compromisos de pago de su cuantiosa deuda pactados hace dos años con su reestructura.
Peor aún, ésta podría abultarse aún más con la adquisición de activos de su socio en Estados Unidos, Ready Mix. El cálculo habla de que el débito llegará a 16 mil 400 millones de dólares.
TELMEX SIN PROBLEMA
En respuesta a la demanda presentada ayer por Televisión Azteca y Iusacell para solicitar la cancelación de su Título de Concesión por llegar a alcances no previstos por éste, Teléfonos de México se defiende aduciendo que la transmisión que realiza de los Juegos Panamericanos se ubica en el espectro de la banda ancha.
Dicho con todas las letras, no hay video en el sentido estricto, sino transmisión de datos... con imágenes al calce.
Y como el internet no está regulado...
Telmex adquirió derechos de transmisión de la justa para internet en México y para video en los países de Centro y Sudamérica donde sí tiene opción del cuádruple play.
El argumento es idéntico al esgrimido por el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, Mony de Swaan, al señalar que aceptará la querella, pero sin esperar resultados espectaculares.
HIT DE CREEL
Mientras Josefina Vázquez Mota le abre las puertas de su casa a la revista "Quién", en más de lo mismo del escenario frívolo de la pareja Vicente Fox-Marta Sahagún y Ernesto Cordero sostiene un diálogo que intenta un perfil populachero con el veterano futbolista Cuauhtémoc Blanco, Santiago Creel aprovecha los foros de debate.
El aspirante panista a la candidatura presidencial panista logró casa llena en la pasarela del Club de Industriales.
Lo interesante del caso, sin embargo, es que el diagnóstico del país esbozado fue bien calificado por los empresarios asistentes.
