En lo que pareciera apuntar al principio del fin de la alianza entre Petróleos Mexicanos y la constructora española Sacyr Villahermoso, ayer se confirmó la destitución del presidente de ésta, Luis del Rivero, en medio de la negativa de los bancos acreedores de la firma para reestructurar su colosal deuda.
El ahora ex directivo fue el artífice para negociar la sindicación de su voto con la empresa pública nacional, a fin de orientar a favor de su causa las decisiones al interior del Consejo de Administración de la petrolera ibérica Repsol. Como usted sabe, la alianza fue objetada por éste, cuya mayoría había recomendado su desintegración, contra lo que se inconformaron las dos empresas.
En aquella sesión llamó la atención el que abandonara su asiento en la fase previa a la votación uno de los consejeros impuesto por Sacyr. Estamos hablando de Juan Abelló. Bien, pues éste, en alianza con Demetrio Carceller, ambos propietarios de un paquete accionario superior a 30%, fueron los artífices de la destitución de Del Rivero.
El eje de la discrepancia con el amigo íntimo del director general de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel, fue, justo la negativa de tres de los bancos acreedores de la compañía constructora de laxar las condiciones de pago de la deuda contraída, vía un convenio de reestructura. Se diría, pues, que la jugada resultó fallida.
La estrategia apuntaba a que con su alianza con Pemex -quien aumentó en 4.49% del capital su participación de 5% en Repsol-, se revitalizarían los bonos de Sacyr, de cara a su pretensión de reestructurar su deuda... contraída justo para adquirir 20% del capital de la petrolera española.
La destitución del presidente de la constructora intenta, pues, salvar del naufragio a la firma ante la posibilidad de quedarse como el perro de las dos tortas.
Ahora que, en el entretanto, en su ofensiva frente a la exigencia de invalidar su alianza, Sacyr y Pemex habían planteado una demanda contra el presidente de Repsol, Antonio Brufau, en exigencia de transparentar los gastos de cabildeo realizados para descarrilar el acuerdo logrado entre ambas.
Estamos hablando de las frustradas demandas colocadas en la mesa ante la Comisión Nacional de Energía; las presiones ante el Congreso español para defender la "hispanidad" de la empresa; las filtraciones de documentos internos de Pemex, y hasta el envío a México de un grupo de empresarios y académicos, en afán de defender a los accionistas minoritarios del supuesto atropello, exigiendo a Pemex y Sacyr lo imposible: Colocar una oferta hostil por el 100% de las acciones de Repsol. En nuestro país la operación de pinzas se cerró con la participación de la firma española Llorente y Cuenca.
Se calcula que el gasto podría alcanzar hasta seis ceros... en euros.
Lo cierto es que con cabildeo o sin él, el Congreso mexicano ha objetado la inversión de mil 400 millones de dólares realizada por Pemex para ampliar su participación, por más que algunos legisladores han condenado la ofensiva española calificándola de racista, dado, desde un ángulo, la falta de transparencia con que se realizó, y desde otro, la urgencia de que la paraestatal invierta en el país.
En candil de la calle, Pemex soslaya la exigencia de construir nuevas refinerías frente al escenario inaudito de tener que importar el 50% de las gasolinas que se consumen en el país.
En el escenario, incluso, el precandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, acusó al actual gobierno de haber privilegiado con contratos públicos a Repsol, al punto de permitirle revender a precios inflados gas natural adquirido en Sudamérica.
Por lo pronto, la caída de Luis del Rivero, a quien aparentemente también se le voltearon el ex presidente de la empresa, Juan Manuel Loureda y el accionista Francisco Javier Gayo, coloca en gran riesgo la alianza entre la constructora y Pemex.
¿Error de cálculo?
BALANCE GENERAL
Una pregunta recorre el país: ¿Cómo justificaría el gobierno, de cara a la Ley de Inversiones Extranjeras, la posibilidad de que el rescate de Mexicana de Aviación se realice con capital 100% español? Como usted sabe, el ordenamiento acota a sólo 25% la participación foránea en la composición de las líneas aéreas, dada su condición de estratégicas.
De ahí que el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, esté hablando de depositar los 250 millones de dólares reclamados para el despegue en un fideicomiso constituido en CI Banco, al que seguramente intentarían darle calidad de neutro.
La pregunta es si bajo la figura, o si lo prefiere bajo la alfombra, podrá ocultarse el evidente pisoteo a la Ley.
Detrás de la firma Med Atlántica, a quien se ubica ahora como la más firme postora, están un grupo de hoteles españoles con inversiones en México.
La empresa la encabeza Christian Cadenas.
INSISTE AZTECA
En su respuesta a las declaraciones de Teléfonos de México alegando que la transmisión que realiza su filial Telcel de los Juegos Panamericanos, vía su filial de telefonía móvil Telcel, no viola su título de concesión, toda vez que las imágenes se difunden por un canal de internet no regulado, Televisión Azteca y Iusacell señalan que el problema no es el medio, sino el fondo.
Telcel, sostiene, está transmitiendo señales de televisión pese a que la posibilidad no está plasmada aún en el documento que le permite operar.
En paralelo, las empresas que demandaron a la firma del magnate Carlos Slim señalan que su pretensión no es que se regulen los contenidos por internet, sino que Telmex se apegue a lo planteado en su título de concesión. Además, señalan que a diferencia de los canales de internet, Telmex sí tiene claras limitantes y prohibiciones específicas para ofrecer servicios de video. La guerra, pues, se mantiene intacta.
INTERJET LO LOGRÓ
Descartada, por el momento, su pretensión de colocar un paquete accionario en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) para financiar su expansión, la firma aérea Interjet logró que las Agencias de Crédito a la Exportación de Alemania, Francia e Inglaterra le extendieran una línea de préstamo.
Los recursos frescos le permitirán a la empresa encabezada por Miguel Alemán Velasco adquirir, de entrada, dos aviones de la línea Airbús con los que extenderá su flota a 33.
Los modelos son A320. Las propias agencias habían financiado la compra de dos naves idénticas en junio pasado. Interjet es la firma mexicana que más ha capitalizado la salida de las pistas de Mexicana de Aviación.
Albertobach@yahoo.com.mx