A escasos días de que México reduzca a tasa cero los aranceles o impuestos de importación en 6 mil 960 fracciones arancelarias de productos provenientes de China sin esperar reciprocidad al calce, los industriales textileros están presentando pruebas de fraude en el paso de éstos por las aduanas.
De acuerdo con una denuncia planteada ante el Senado, convertido en algo así como el Muro de Lamentaciones ante la cerrazón al diálogo de la Secretaría de Economía, el país de la muralla ingresa un número infinitamente superior de mercancías al que documenta.
Más al detalle, de cada 10 dólares que se facturan en el país, sólo uno es documentado, lo que presupone la posibilidad de contrabando o al menos de subvaluación en el costo de los productos.
El ejemplo esgrimido por los denunciantes señala que durante 2007 China declaró oficialmente haberle vendido a México 940.2 millones de dólares, con la novedad de que el país registró sólo 104.2. Naturalmente, la discrepancia opera con cargo al fisco.
La paradoja del caso es que en el legajo entregado a los legisladores se incluye un documento realizado en 2009 por el Servicio de Administración Tributaria, denominado Estudio de la Evasión Fiscal generada por la Industria Textil.
En éste se señala abiertamente que las diferencias entre el ingreso real de mercancías y el documentado se ubica en la subvaluación de las importaciones registradas por México y, naturalmente, la incidencia del contrabando.
Adicionalmente, se señala como causal la triangulación, es decir, que las mercancías ingresadas al país llegan por la vía de Estados Unidos o de otros países con los que México ha pactado acuerdos de libre comercio, en afán de aprovechar las ventajas arancelarias.
El documento reconoce que uno de los sectores más afectados por la entrada de China al mercado nacional es el textil.
En el escenario, se plantea una caída de 13% a 6% entre el año 2006 y 2007 en las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, en tanto las importaciones chinas al país crecieron en el lapso de 12% a 34%.
Los textileros incluyen además en su grito de auxilio a los senadores una investigación realizada por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, en el que se señala letra por letra que "una fuente probable de evasión fiscal en confecciones consiste en las importaciones procedentes de Asia, en particular de países como China, Malasia, Indonesia, Vietnam y Pakistán, entre otros".
La paradoja del caso, desde un ángulo, es que la Secretaría de Hacienda, clarificado el diagnóstico, no haya planteado una terapia adecuada para combatir el mal, y que la Secretaría de Economía, a contrapelo de la persistencia de las prácticas desleales de comercio chino, se empecine en desmantelar los aranceles extraordinarios impuestos para castigar éstas. El absurdo se vuelve aún más aberrante si se considera que mientras México desmantela sus impuestos al ingreso de mercancías, China mantiene una tasa promedio de 35% a las que nuestro país exporta hacia su territorio.
De ahí, el brutal déficit en la balanza comercial conjunta, cuyo nivel hasta agosto pasado, según el Banco de México, alcanzaba 29 mil 630 millones de dólares.
Este alcanzó el año pasado 41 mil millones de dólares. El clamor de los industriales ante la amenaza del dragón chino se extendió hasta la Cumbre de Negocios convocada por el empresario Miguel Alemán Velasco, en Querétaro.
De acuerdo con la ponencia presentada por el director general de la firma DeAcero, Raúl Gutiérrez Muguerza, en los últimos diez años México, entró a un acelerado proceso de desindustrialización, sufriendo la pérdida de 3 puntos porcentuales en el renglón de manufacturas del Producto Interno Bruto.
Más allá, existe una pérdida de 700 mil empleos asociados a este sector durante el lapso, registrándose la desaparición de 15 mil empresas manufactureras, y cancelándose prácticamente la oportunidad de seguir exportando a Estados Unidos.
La fecha fatal prevista para la apertura es el 11 de diciembre, justo cuando los industriales estén ingresando en peregrinación a la Basílica de Guadalupe.
BALANCE GENERAL
Esta semana, finalmente, el presidente Felipe Calderón firmará un decreto por el que se revive el frustrado Programa de Apoyo al Primer Empleo, aprovechando un remanente de mil 200 millones de pesos de la bolsa de 3 mil 500 originalmente asignada.
La intención, naturalmente, es aprovechar la coyuntura electoral.
En la cuenta nueva se plantea laxar las exigencias que hicieron naufragar un primer intento realizado en 2007 que le cerraba prácticamente la puerta a las medianas y pequeñas empresas, justo hacia donde apuntaba la prerrogativa.
Estamos hablando de eximir de la cuota patronal al Instituto Mexicano del Seguro Social a las empresas que le ofrecen una primera oportunidad de trabajo a jóvenes en busca de opciones.
El requisito fundamental será que se garantice la plaza durante dos años, y que ésta sea de nueva creación.
¿La segunda es la vencida?
SIGUEN SUBEJERCICIOS
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, entre enero y agosto pasado se mantenía un rezago de 34.3% en el ejercicio del presupuesto de inversión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, lo que implica un subejercicio de 104 mil 723 millones de pesos.
La llegada, pues, de un nuevo titular de la dependencia, Dionisio Pérez-Jácome, no logró agilizar el aprovechamiento cabal de los recursos.
Lo grave del caso es que para el año próximo se plantea una partida 7.8% menor en términos reales al monto de 2011. Si para este año el global para obra pública era de 658 mil 533 millones de pesos, para 2011 será de 606 mil 991.
¿Alguien habló de programas contracíclicos frente a la desaceleración global?
ATERRIZÓ EUROCOPTER
Finalmente, la empresa francesa Eurocopter pasó del dicho al hecho en su anunciada inversión en México, al colocar la primera piedra de una planta en Querétaro, justo en el parque Aero-tecnológico adjunto al aeropuerto internacional.
La factoría producirá y ensamblará componentes de helicópteros y aeronaves, entre ellos conos de cola, catalizadores verticales y estructuras para puertas.
La planta, cuya inversión inicial reclamada es de 100 millones de dólares, tendrá adicionalmente un centro de mantenimiento de las naves de su marca que operan en México.
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