La decisión de grupo ICA de cambiarle el nombre al proyecto Esmeralda Resort por el de Aak Bal ("caparazón de tortuga" en maya), en afán de ofrecer un cambio total de señales de cara a posibles compradores, levantó una ola de indignación por parte del grupo español Mall, quien se dice despojado por la constructora.
La amenaza de éste apunta a intensificar las existentes o plantear nuevas demandas contra la firma encabezada por Bernardo Quintana, a quien acusa de apropiación indebida de bienes y usurpación fraudulenta del proyecto.
Lo curioso del caso es que la empresa ibérica encabezada por Julio Noval señala que en los supuestos delitos cometidos por la principal constructora del país ha habido complicidad de la prensa, "convirtiéndose en altavoz de falsedades".
La manzana de la discordia es un proyecto denominado en su conjunto Campeche playas golf & marina resort, que en el papel tendría dos hoteles de lujo con 330 habitaciones cada uno, una marina con espacio para 150 embarcaciones, una clínica y un campo de golf.
Adicionalmente se construirían tres mil 45 viviendas aparentemente destinadas a jubilados europeos o estadounidenses.
El caso es que pactado con algunos compradores, 750 para ser exactos, que el complejo estaría listo en el 2008, un año después en que el grupo Mall llegara a hacer la América a Champotón, Campeche, para entonces las viviendas no estaban listas.
Contratado el grupo ICA como socio constructor, cuyos contratos los avalaba el Bank of New York Mellon, hete aquí que éste no recibió el financiamiento reclamado, debiendo colocar en la mesa un crédito propio para el pago de proveedores por 100 millones de dólares.
Al profundizarse el incumplimiento, la constructora debió acudir a los tribunales con una serie de litigios que aún están pendientes de resolución, por más que ICA ha ganado uno y otro rounds, en un escenario en que al menos 100 compradores de espacios habían planteado sus propias querellas por incumplimiento.
De hecho, el juez décimo primero de lo Civil del Distrito Federal emitió el pasado 6 de agosto una sentencia definitiva que le permitió a ICA consolidarse como administrador único de las empresas que integran el complejo... ante cuya sentencia el grupo Mall presentó una apelación de cara a un tribunal colegiado.
El resultado está en el aire.
Previamente, el 10 de diciembre del año pasado otro juez había avalado los acuerdos de una asamblea de accionistas convocada por ICA, avalado por las 165 mil 95 acciones en prenda que mantiene en su poder, equivalentes al 93.49% del total.
En ésta se destituyó a Julio Novel como presidente. Este, sin embargo, insistió en que ICA no tenía autoridad para convocar al cónclave, planteando a su vez una apelación... que finalmente perdería.
En su furia, en junio pasado el directivo le comunicó al gobierno, vía la Oficialía de Partes de Los Pinos, el inicio de un procedimiento arbitral en reclamo de mil 64 millones de dólares por lo que calificaba de "inversión fallida".
La misiva señalaba tres causales del fiasco, dos de ellas atribuibles al régimen: el incumplimiento de una promesa de desviar una carretera federal para conectar el complejo, y la de retirar una maraña de instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad en la plaza adjunta.
En paralelo, se hablaba de despojo por parte del grupo ICA de parte de la infraestructura construida. La paradoja del caso es que el procedimiento que se abriría en la Corte Internacional de Arbitraje con sede en París planteaba un escenario de protección de inversiones, con la novedad de que México y España no han firmado convenio alguno al respecto.
En paralelo, se planteaba éste sin el consentimiento obligatorio de la contraparte para avalar su resultado.
Lo curioso, además, es que las condiciones en que según ello se habían pactado para garantizar su inversión por parte de la Secretaría de Turismo, jamás se han otorgado a empresa mexicana alguna.
¿Se le dieron canonjías extraordinarias a Mall y aun así no cumplió con los términos de los contratos pactados con ICA?
Por lo pronto, el escándalo regresa con más fuerza: Grupo Mall contra ICA en el ring.
Una de dos: los causante se han puesto más abusados para presentar sus reclamos, o la Secretaría de Hacienda se ha vuelto más laxa en sus requisitos, el caso es que las devoluciones del Impuesto al Valor Agregado, supuestamente pagado en exceso, están rompiendo todas las marcas.
Solamente de enero a septiembre pasado alcanzaron 184 mil 296 millones de pesos, frente a los 151 mil 580 de todo el 2010.
El caso más escandaloso en los últimos años había sido el de Jugos del Valle, quien, a gestión del ex senador Diego Fernández De Cevallos, logró una devolución cercana a los mil millones de pesos, alegando que sus productos no causaban el tributo dado que se deben considerar como alimentos y no como bebidas.
El inaudito del asunto es que quien, en tal caso, había pagado indebidamente el gravamen fue el público consumidor, no la empresa.
Ante el evidente yerro la Secretaría de Hacienda le torció el brazo al entonces dueño de la firma, Roberto Albarrán, para que invirtiera los recursos en acciones de control del Grupo Aeroportuario del Pacífico.
En la primera oportunidad Albarrán se salió de la jugada, y más tarde le vendería su empresa a Fomento Económico Mexicano (FEMSA).
OFERTA BALÍN
En afán, tal vez, de avalar la teoría esgrimida por las Secretarías de Comunicaciones y Transportes y del Trabajo, en el sentido de que el desfile de postores por Mexicana de Aviación, 25 para ser exactos, ha sido la mascarada del siglo, la Sociedad Financiera de Objeto Múltiple Unión Swiss con sede en Puebla, insiste en que ya tiene "humo blanco" a su oferta.
Según ello, la intermediaria, cuyo capital es de diez tantos menos, cuenta con 250 millones de dólares para regresar a las pistas a la línea aérea, más varios centenares adicionales para financiar proyectos.
El patiño, pues, de los funcionarios.
TRADECO LA HIZO
Dejando atrás a empresas como el Grupo ICA, la Peninsular del Grupo Hermes y Omega, el grupo Tradeco de Federico Martínez ganó un contrato para mantenimiento durante siete años de un grupo de carreteras en el Estado de México y Michoacán.
El monto será de 3 mil millones de pesos.
Tradeco compitió con una firma argentina para construir y operar un nuevo aeropuerto en la Riviera Maya en cuyo escenario, como usted recordará, se declaró desierta la convocatoria.
Sin embargo, su obra más emblemática es el Puente Baluarte que se integra a la autopista Mazatlán-Durango.