Intención. Se trabaja para cambiar la cultura respecto de la calidad de los procesos y productos aspirando al cumplimiento de la NOM.
A nivel local "apenas estamos en pañales" en certificación de procesos de calidad en las empresas, reconoció el líder en Durango del Grupo Estratégico Regional de la Entidad Mexicana de Acreditación, Benjamín Flores Gómez.
Y es que, son mínimas las empresas que tienen documentos que acrediten que sus productos son de calidad mundial, por lo que varios empresarios interesados en cambiar esta situación ya trabajan con un proyecto en el que se han topado con varias limitantes.
Una de ellas, a decir del ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Pan, es la insuficiencia de verificadores, ya que quienes están interesados en certificar sus procesos tienen que ir a la ciudad de México a traerlos. "Necesitamos crear primero en Durango las Unidades de Verificación que certifican a las empresas que cumplen con la Norma Oficial Mexicana", precisó.
Se requieren porque, para penetrar exitosamente en el mercado local, las empresas deben ofrecer productos de calidad y cumplir con las Normas Oficiales de la Secretaría de Salud y de la Secretaría del Trabajo, además de las normas para instalaciones eléctricas y de gas, "para garantizar la seguridad de los mexicanos". "La propuesta del conjunto de empresarios hacia los diferentes gobiernos es hacer una dinámica para que los flujos financieros que se anuncian vengan hacia las empresas para que seamos más y mejores", mencionó.
Reconoció que también ha habido renuencia del gremio ya que desde hace 18 meses que inició el trabajo para las acreditaciones, "apenas se ha dado un paso muy pequeño".
La intención es que todas las empresas cumplan con la Norma Oficial Mexicana, que sus miembros se capaciten y que haya un cambio de actitud y cultura hacia los productos de calidad mundial.
"Hay que convencer a los empresarios y, lo más importante, a la autoridad (...) Para eso necesitamos que en toda la informalidad que les he comentado por muchos años, que el Gobierno haga una invitación para que toda la gente se adhiera a la formalidad y que las compras que hace el Gobierno sean para las empresas que vamos a estar certificadas para ir creando un círculo virtuoso", complementó.
Una vez que se haya logrado cambiar la actitud, la voluntad y la cultura, se podrá invitar a los empresarios a participar en el ISO 9000, que es una certificación mundial.