Inversión. Este año sólo se destinarán 850 millones de pesos para trabajos de conservación y mantenimiento de mil 48 kilómetros de la red.
Los gobiernos federal, estatales y municipales tiene descuidada la red de carreteras rurales y alimentadoras del país.
Con una longitud de 298 mil 579 kilómetros entre carreteras rurales, alimentadoras y brechas, sólo 35% está en buen estado para ser transitadas por una afluencia de vehículos, de 300 a 2 mil autos por día.
El mal estado en que se hallan el resto de las redes origina "inseguridad, incremento en el tiempo de recorrido, sobrecostos al usuario de los caminos rurales y alimentadores, lo que se refleja en el costo del transporte y de ahí su repercusión en otros rubros económicos", reconoce la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en su Programa de Conservación de Infraestructura de Caminos Rurales y Carreteras 2011.
La amplia extensión de las redes de caminos rurales y alimentadores, las condiciones climáticas, los volúmenes de tránsito, la falta de atención por parte de los gobiernos estatales y municipales, la demanda por satisfacer, así como la disponibilidad presupuestal para su atención y mantenimiento, provocan que estos caminos no se encuentren en condiciones óptimas y exista una clara limitación en el nivel de operación y servicio, añade la dependencia.
Este año sólo se destinarán 850 millones de pesos para trabajos de conservación y mantenimiento de apenas mil 48 kilómetros de esta extensa red, lo que representa apenas 0.3% de la longitud total.
A este ritmo de inversión y la cobertura que se logrará, serían necesarios 185 años para cubrir los trabajos de mantenimiento y conservación del 65% de las redes que se encuentran en regular y mal estado.
Óscar de Buen, subsecretario de Infraestructura de la SCT, destaca en el documento la importancia de la red de carreteras rurales y alimentadoras: "son la base de la infraestructura de transporte en México, esta infraestructura ha contribuido a la integración económica, social y cultural de la nación.
En el caso de los caminos alimentadores, cuya longitud es de 68 mil 456 kilómetros, sólo 27 mil 358 están en buen estado, los restantes 40 mil 697 kilómetros están en malas condiciones.