Una comisión humanitaria, a bordo de un helicóptero brasileño con emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), partió el miércoles hacia una región montañosa del suroeste de Colombia a recoger a un militar y a un policía en poder de las FARC.
La aeronave despegó del aeropuerto Alfonso Bonilla de la ciudad de Cali, 300 kilómetros al suroeste de Bogotá, a las 10:56 hora local (15:56 GMT) y en su interior iban 10 personas entre tripulantes, delegados del CICR y la ex senadora Piedad Córdoba.
No se anunció oficialmente una eventual hora del regreso de la aeronave.
El delegado del gobierno para las entregas, Eduardo Pizarro, había informado más temprano a periodistas que se llevaría a cabo el operativo en el departamento de Cauca para recoger al mayor de la policía Guillermo Solórzano y al cabo del ejército Salín Antonio San Miguel. La liberación de los uniformados se había frustrado el domingo porque las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron mal las coordenadas donde debían ser recogidos.
"El gobierno ha tomado la decisión de continuar las operaciones porque es importante... que (los dos secuestrados) lleguen hoy con sus familias". Precisó que cuando los liberados aterricen en Cali serán embarcados en una aeronave con destino a un aeropuerto militar en Bogotá.
La semana pasada, las FARC le entregaron a la misma comisión humanitaria a otros cuatro secuestrados.
Julia de Solórzano, esposa del mayor, dijo en diálogo telefónico con AP estar "contenta, emocionada con esa noticia y con la expectativa de que lo tengamos hoy en nuestro hogar, del que nunca debió salir".
"Estamos esperando la hora cero para verlo, besarlo y abrazarlo", agregó.
En tanto, Alisa San Miguel, de 15 años y hermana de Salín San Miguel, señaló que "la liberación de mi hermano se vino encima. Ya, ya siento la presencia de él y ya lo quiero tener a mi lado. Hace casi tres años que no le veo".
El presidente Juan Manuel Santos, en una entrevista el martes con CNN en Español, admitió la posibilidad de que los guerrilleros aprovecharan el domingo la suspensión de operaciones militares en la zona prevista para la entrega para mover a rebeldes heridos o movilizar de la zona a jefes como su máximo comandante, Alfonso Cano.
"Es posible que (las FARC) estén utilizando esto para hacer movimientos tácticos desde el punto de vista militar", afirmó el mandatario.
Solórzano, de 35 años, fue secuestrado por las FARC en junio de 2007 y el cabo San Miguel, de 27, en mayo de 2008.
Desde enero de 2008 y hasta el viernes pasado, las FARC han entregado a Córdoba a 18 secuestrados, entre políticos y uniformados.