Con el interés de compartir con alumnos y profesionales, su pasión por la fotografía, los artistas de la lente Enrique Villaseñor y Miguel Santín participaron la víspera en la serie de conferencias, que bajo el nombre de 'Radiografías', se realiza en la Academia de Artes Visuales, de esta ciudad.
La charla inició con un acercamiento a los géneros fotográficos, en el que se abordaron definiciones de la fotografía artística, publicitaria, lúdica, periodística, editorial, informática, comercial, entre muchas otras.
En ese sentido y al retomar el concepto de fotografía documental, Villaseñor expresó que 'los géneros dependen de la estructura del pensamiento de cada fotógrafo'.
Al recordar sus inicios, Villaseñor confesó haber empezado tarde en este arte 'yo soy arquitecto, comencé a fotografiar a los 30 años, cuando asistí al Primer Coloquio de fotografía que se llevó acabo en el Museo de Arte Moderno'.
Relató que su primer trabajo serio fueron una serie de fotos que le tomó al escritor Juan José Arreola en la 'Rotonda de los Hombres Ilustres', a las que hizo una serie de montajes inspirados en los textos del escritor.
El siguiente fue cuando fotografió la guerra de Nicaragua, 'iba por 15 días y me quedé tres años', expresó. Mientras que su último y más satisfactorio proyecto fue 'Reflexiones y testimonios ante la parálisis cerebral', serie que le llevó 15 años terminar.
Relató con mucho orgullo como descubrió que el eje de esa serie era la felicidad, en los rostros de los niños siempre hay una sonrisa. Dicho proyecto fue concluido el año pasado.
'Parálisis' no es un reportaje, es un ensayo, en el que utilizo varios medios tecnológicos, que van de una cámara analógica a una digital.
Comentó a los asistentes cómo darse cuenta que una foto es grande: la foto debe decir todo lo que el autor quiere expresar; después tiene que estar técnicamente sustentable, debe trascender la mirada particular del fotógrafo a lo universal, para que quien la posea le encuentre significado también.
Por ultimo la foto debe ser original, es decir debe tener toda la esencia del autor, quien debe ser el único que puede tomar dicha fotografía.
En su intervención Miguel Santín, quien debía responder la misma pregunta, refirió que comenzó a fotografiar a los 15 años de edad, la misma manera en que lo hace ahora: experimentando.
Para él involucrarse con los objetos que se fotografían hace que se saquen mejores fotos 'a eso me he dedicado, a experimentar, a ligar sentimientos con fotografías'.
Las fotografías de Santín apelan directamente a los sentimientos, tiene una serie dedicada a su perro 'Dante'.