Unas 500 personas protestaron en un plaza central de Moscú ayer para exigir la salida del primer ministro Vladimir Putin y su "gobierno de ladrones".
La concentración se realizó pacíficamente, pero la Policía detuvo a un grupo de 20 opositores que manifestaban por separado en un punto cercano. Otros 60 activistas también fueron detenidos en San Petersburgo, una de varias ciudades en las que se registraron protestas.
El destacado líder opositor Boris Nemtsov, quien fue arrestado y encarcelado durante 15 días luego de una protesta similar hace un mes, mantuvo su retórica en contra de Putin al dirigirse a una multitud en la Plaza del Triunfo de Moscú.
Nemtsov comparó a Putin con el presidente egipcio Hosni Mubarak, quien enfrenta protestas masivas después de tres décadas en el poder.
"Por favor, que alguien me diga cómo nuestra dirigencia difiere de la de él", gritó Nemtsov desde la parte de atrás de un camión. "Rusia tiene que deshacerse de Putin".
El activista ha acusado al primer ministro de permitir que la corrupción reine en el país y de acumular una considerable fortuna personal durante sus 11 años en el poder a costa de los rusos de a pie. También ha denunciado que Putin ha revertido los avances democráticos de la década de los noventa.
RECLAMOS
La golpeada oposición rusa realiza manifestaciones en la última jornada de cada mes de 31 días para llamar la atención sobre el artículo 31 de la Constitución, el cual garantiza el derecho de reunión.
La ciudad autorizó la concentración de ayer al igual que lo había hecho el 31 de diciembre, cuando 68 personas fueron arrestadas. Nemtsov fue detenido mientras caminada por la plaza de regreso a su automóvil.
El arresto de Nemtsov fue condenado por Occidente y movilizó a sus seguidores, quienes formaron piquetes diarios a las afueras de la cárcel en la que estaba detenido.
