Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña endurecieron el ataque militar a Libia en el segundo día de intevención, con lo cual se consolida la operación militar más grande desde la guerra en Irak, en este caso, el objetivo es atacar a las fuerzas del gobernante Moamar al Gadafi para apoyar a los rebeldes que estaban a punto de caer derrotados.
Los disparos de baterías antiaéreas resonaban ayer en la capital libia mientras los proyectiles describían arcos luminosos al comenzar la segunda noche de ataques internacionales.
La información era imprecisa, sin embargo, las televisoras estatales destacaron ayer que una columna de fuego se elevó desde el palacio de Bab El Aziziya, la residencia de Gaddafi, pero sin dar más detalles. Los disparos de la defensa antiaérea han ocurrido cuando las fuerzas armadas libias habían anunciado un alto el fuego en conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin embargo, el Pentágono señaló que esto era sólo una 'farsa' de Gadafi.
La Comunidad internacional ahora que se dieron los ataques ha tomado con recelo su postura, quien más sorprendió fue Rusia, que condenó los hechos, cuando había apoyado a los aliados.
Venezuela e Irán encabezaron un grupo de países que condenaron la intervención.
Mientras tanto México pidió que se respetaran los derechos humanos de los libios, sin emitir una postura concreta.