Como lo mencioné en uno de mis artículos anteriores, a pesar de las señales positivas de la economía mundial que anuncian del alejamiento de la recesión, no necesariamente los problemas financieros y económicos estaban solucionados, al contrario, seguía latente la incertidumbre y apuntaba que nos espera un marcado año de malestar; desde luego contrasta con lo declarado por los secretarios de Economía y Hacienda que por cierto este último dio pie a múltiples críticas por su famosa declaración del salario en una familia mexicana de clase popular que después, trató de enmendar mediante la clásica frase de que estaba fuera de contexto.
La novedad lamentable es la hola de inconformidades sociales manifestadas en Oriente Medio que amenazan peligrosamente la economía mundial principalmente a los Estados Unidos, ya que pone expectativas inciertas de la hegemonía política independientemente del impacto en todas las potencias económicas. De inmediato recibimos el impacto en el precio del petróleo con las consecuencias imaginables para la mayoría de los países, ya que aun cuando los altos precios benefician a los exportadores como es el caso de México, las fallas estructurales que tenemos afectan mayormente en el resultado neto de tener que absorber mayores costos como el de gasolina y otros combustibles importantes como es el diesel que desde luego repercuten en los precios de diversos productos, por lo que habrá que darle seguimiento a las repercusiones inflacionarias. Pemex siempre ha sido un baluarte representativo de nuestro país, sin embargo el status quo es verdaderamente alarmante, ya que con el tiempo el patrimonio de la empresa se desploma drásticamente por su tránsito en rutas de inmensa riqueza, fuente de empleos, botín político, caja chica del Gobierno y una considerable sangría por necesidades fiscales
Sabemos que sólo hay crudo probablemente para otros quince años más, y el pozo Cantarell, fuente primordial de nuestra producción, amenaza con extinguirse paulatinamente a pesar de grandes reservas de gas y crudo que duermen enterradas en una gran parte de nuestro territorio y si no se tienen recursos para explotarlos debidamente, algunos políticos se encargan de utilizar la Soberanía para que sigamos en la mediocridad.
Los precios del gas natural en Norteamérica regularmente se han mantenido altos y por ejemplo en Estados Unidos responde a factores coyunturales y estructurales, dato del propio Mercado de gas, como el petróleo crudo y los productos petrolíferos, además América del Norte enfrenta un fuerte déficit de gas natural y el balance de gas de México ha contribuido también al déficit regional.
Independientemente de lo anterior al considerar las divisas que recibimos por exportaciones, sería muy ilustrativo e importante se nos informara más claramente cómo se distribuye esta liquidez para las finanzas públicas, pues van del Fondo para contingencias, recurso hacia los estados y el propio Pemex. Conocemos que entre diversas prioridades para lograr ser un país sustentable, hay necesidad de invertir en Energía, Infraestructura, Transporte, Salud, Nutrición y Educación, pero a pesar de como es en estos tiempos de recibir excedentes a lo previsto en el presupuesto, al menos ignoro cómo se utilizan.
Para terminar tenemos lamentables imprevistos como recientemente por las inclemencias del invierno en donde se afectaron grandes regiones productoras de sorgo y maíz principalmente, sin embargo según productores afectados en Sinaloa y Tamaulipas, los beneficios anunciados no son suficientes mientras el Gobierno como parte de las estrategias para garantizar el abasto del tipo de maíz que se usa para las tortillas, anuncia la importación de 700 mil toneladas del grano de acuerdo a lo declarado por el secretario de Agricultura, sin embargo los precios de este producto y otros comestibles están en peligro de aumentar como ha sucedido en otras ocasiones.
