Como lo he venido mencionando en mis diversos artículos anteriores, la recuperación de la economía y los mercados ha sido impulsada en gran parte por la agresiva intervención de los Gobiernos tanto en Estados Unidos como en Europa e incluso China misma con el objeto de seguir manteniendo en auge su particular política económica.
Sigo pensando que los problemas están vigentes y entre los mismos que sugieren que dicha crisis no es totalmente cosa del pasado se destacan un alto desempleo, un mercado inmobiliario decaído tanto en el país vecino como en algunos países de Europa y dentro de este mercado se encuentra también México, desde luego recordando las frágiles finanzas de diferentes países. La situación creciente de incertidumbre y ola de violencia en el Medio Oriente ha impactado el precio del petróleo y del gas, además de que los precios internacionales de los alimentos han continuado su aspiral al alza en lo que va del año por lo que los focos de alerta sobre la inflación están encendidos y desde luego esto incluye a México.
La economía internacional se ha caracterizado por un cambiante constante en el equilibrio al que estábamos acostumbrados y no únicamente por el comportamiento en los Estados Unidos y en la Unión Europea en una marcada declinación y por otro lado vemos como China se ha venido fortaleciendo en forma más rápida y eficiente lo que como antes dije ha roto con la hegemonía de Occidente en todos los rubros.
Es innegable que los desequilibrios financieros globales se han venido acrecentando por lo que representa un riesgo latente para la estabilidad del sistema monetario y financiero del mundo, algunos analistas han remarcado sobre este aspecto recordando que dichos desequilibrios son insostenibles en el mediano plazo y desde luego nuevamente surge Estados Unidos con el incremento de su deuda externa que pudiera debilitar la confianza internacional de su moneda.
El dinero es algo que culturalmente y en forma tradicional es considerado como un medio de cambio que permite la separación entre un acto de compra y un acto de venta y desde luego sirva también como un activo por su valor lo que ha cobrado importancia al evaluar las reservas internacionales en cada país; China manipula su tipo de cambio para apoyar las exportaciones y al mismo tiempo presiona la política de los Estados Unidos por lo que sus autoridades, han estado presionando a China para que permita la revaluación del Yuan lo que hasta el momento no ha logrado.
Sin olvidar también que dentro de las enormes reservas internacionales de China se calcula que tres cuartas partes están invertidas en dólares y según analistas casi con l.000 miles de millones en deuda pública norteamericana lo cual pone a discusión nuevamente el hecho de que al estar invertidos en títulos del Tesoro norteamericano y cualquier movimiento brusco, en estas inversiones puede provocar un duro golpe a la confianza en el dólar.
Por otra parte en contra posición a lo expuesto anteriormente Ben Bernanke anunció en su oportunidad como ya es sabido que en cumplimiento a los objetivos de la Reserva de promover la estabilidad de precios y el empleo, "recurriría nuevamente a una política de relajamiento cuantitativo de la oferta monetaria mediante la compra de títulos de deuda pública de largo plazo con el propósito de estimular la demanda interna".
Parecería entonces que ante estas tendencias y políticas aparentemente contradictorias se pueden provocar fuertes tensiones económicas que sin duda alguna hará más difícil la recuperación mundial esperada por lo que nuestras autoridades deberán estar al pendiente de los movimientos monetarios y financieros que puedan llevar a cabo las potencias económicas a pesar de la salud pública en nuestras finanzas.