Entre la década de los años 70 y 80, el Oriente Medio era considerado económicamente la parte más prometedora del mundo, no obstante sus numerosas tensiones y conflictos manifiestos tanto de índole religioso y político; con los ingresos derivados de las exportaciones del petróleo los países de esa región dieron un repunte mundial muy importante.
Sin embargo a pesar de los precios altos del petróleo en el 2000 y 2001 como los son coyunturalmente a la fecha, el nivel de vida en varios países decayó en forma relevante y la necesidad de crear trabajos no se manifestó y el desempleo y la inconformidad entre la juventud en varios de esos países propiciaron el inicio de manifestaciones que en su momento fueron reprimidas al mismo tiempo de la perpetuidad en el poder de sus líderes que propiciaron una enorme desigualdad social y es muy probable que los acontecimientos actuales sean producto principalmente de la inconformidad social y en mi opinión no es muy claro lo que pueda suceder en las sucesiones de los gobiernos como lo es actualmente Egipto.
Por el momento, Libia es el foco de atención pero a pesar de que los analistas infieren que el precio del petróleo pronto será regularizado, lo cierto es que tanto la OTAN como la ONU se están enfrentando a dificultades para predecir si la solución al conflicto es militar o bien buscar una solución política que pueda dejar satisfechos tanto a los habitantes de esa parte del mundo como a las potencias internacionales. No debemos olvidar que entre la Ex Unión Soviética y gran parte del Medio Oriente se calcula que se encuentra el 70 % de reservas mundiales en petróleo y gas, por ello la gran importancia del control geopolítico para las potencias del mundo; por el momento en su mayoría la OPEP ha preferido mantenerse al margen, sin embargo entre más pase el tiempo, mayor dificultad se presentará en este organismo.
Asegurar la oferta del petróleo exige a todos los interesados promover la paz y la tranquilidad y posteriormente impulsar la democracia, misma que en lo general prácticamente no existe en los países de Oriente Medio, lo cual representará retos y riesgos que compliquen las operaciones comerciales en el mundo. El riesgo para occidente es que siga creciendo la oposición y la inestabilidad en esas regiones recordando que eventualmente se puede incrementar el terrorismo; a Occidente y muy particularmente a los Estados Unidos, lo cual nos debe de importar a nosotros, les es imprescindible asegurar la estabilidad geopolítica, el petróleo y erradicar a los grupos terroristas.
La posición de los Estados Unidos es crucial, ya que se trata del mayor usuario e importador de petróleo y gas natural en todo el mundo, las tasas y los impuestos estadounidenses influyen en los precios mundiales del Mercado, el trasfondo de la cuestión es la infraestructura de la economía estadounidense, en particular el sistema de transporte, que hace que los precios altos de la gasolina representen un costo social mayor al de Europa.
Por lo tanto no hay que confiar tanto en la opinión de algunos analistas que como antes comenté, resaltan en el ámbito internacional que los sucesos en Oriente Medio por las repercusiones en el precio de los hidrocarburos será transitoria, ya que insisto se trata de un problema social, político e incluso religioso que trastoca los pronósticos financieros y económicos.