Tengo tiempo mencionando en diversos artículos o incluso en algunas conferencias sobre finanzas o economía, de que independientemente de las soluciones que se estaban tomando para solucionar la crisis persistía el alto déficit que ha venido acumulando Estados Unidos.
Las bolsas del mundo retrocedieron ante la noticia de que la agencia Standard & Poor's rebajó de estable a negativo la calificación de la deuda de Estados Unidos lo cual yo no recuerdo se había presentado, si bien es cierto que el resto de las firmas calificadoras no han definido una posición al respecto, la decisión de Standard es correcta.
A pesar que la deuda del Gobierno representa un 90% del tamaño de la economía y en otros países supera el 100% no es prudente mantener un déficit que se traduce en niveles crecientes de deuda externa e interna, como es lógico es una deuda como cualquier otra que requiere pagar intereses que es algo que no hay que olvidar como lo que está pasando en Europa y en especial con Grecia y Portugal cuyo riesgo está latente.
Aun si los rendimientos de los activos estadounidenses se mantuvieran elevados, seguiría una mayor concentración de riesgo en las carteras privadas y autoridades monetarias y la aversión al riesgo puede presionar a los inversionistas a buscar otros horizontes por ello observamos el precio del oro y los comodities.
Parte de la solución de este problema es el hecho de que Obama está emprendiendo una cruzada para una reforma fiscal, no sólo por su reelección que sin duda va a obtener no porque haya hecho un papel brillante, es que en realidad los Republicanos no tienen una personalidad para enfrentarlo.
La política fiscal puede promover la estabilidad económica apoyando la demanda agregada y el ingreso del sector privado durante una desaceleración económica, también puede moderar la actividad económica durante períodos de crecimiento.
Falta también ajustar la parte monetaria y aún cuando por lo pronto la FED mantiene el criterio de continuar con una tasa de interés 0, lo cierto es que tarde o temprano tendrá que aumentarla y desde luego afecta tanto a empresas como a particulares.
Además los intereses que se pagan por el déficit del Gobierno van gravitando en el gasto que el Gobierno requiere que erogar en rubros como salud, educación, infraestructura, etc. que pueden tener efectos negativos en las perspectivas de crecimiento económico.- Por lo pronto como vemos las malas noticias y los vaivenes consecuentes no terminan.