Mencionaba en uno de mis artículos que virtualmente todas las recesiones económicas terminan tarde o temprano pero no se reduce sólo a Wall Street, al final a la mayoría de la gente nos preocupa el empleo y los salarios, no los rendimientos bursátiles o las tasas de interés. Estamos viendo a Obama en una verdadera confrontación con el Congreso para sacar adelante el presupuesto, particularmente en la autorización para subir el techo del endeudamiento, lo que ha provocado incertidumbre en los mercados mundiales aun cuando en lo particular supongo que principalmente los republicanos como oposición darán su aprobación sólo que condicionada a un plan para disminuir el déficit y llegar a un acuerdo sobre este particular.
La economía de EU se encuentra afectada básicamente por lo siguiente:
-Deuda Pública que supera el 94% del PIB.
-El desempleo que se sitúa en un 9.2% y que el mercado es incapaz de mejorar.
-Por diversas razones que es difícil de enumerar en este espacio tiene una falta de competitividad frente a otros mercados lo que ha disminuido sus ventas al exterior y desde luego en el interior de su mercado.
Por ello el dilema que tiene Obama con el nuevo presupuesto es como reducir el tremendo déficit público, que ya en diversas ocasiones he comentado que puede llevar a un estancamiento en la economía de este país. Por su parte Wall Street se ve afectado por las repercusiones de las cargas fiscales impuestas principalmente a los bancos por los programas de rescate, por lo tanto dicho presupuesto está enmarcado por la lucha con el déficit y el gasto. En los últimos años se ha generado una ingeniería financiera fomentada principalmente por el dinero de los demás pero en estos tiempos ya no pueden disponer de los fondos del exterior y el dispendio se terminó.
En lo que se refiere a Europa como es sabido han continuado los temores sobre su solvencia por la frustración del mercado ante la incapacidad de los líderes europeos para resolver los problemas de Grecia particularmente considerando además, que se ha venido agudizando este problema en España que se viene demorando porque por el momento está imperando el debate político y no las soluciones de fondo; adicionalmente a estos problemas financieros de la zona euro se ha sumado Italia que está trastocando la estabilidad económica y política de este país y que también se apresta a una pronta aprobación en el parlamento de un paquete de medidas de austeridad que permita equilibrar la situación de inestabilidad que se está presentando.
Aun cuando hay también opiniones catastróficas sobre la zona europea hay que considerar que Alemania, Francia y los países Nórdicos son los pilares que pueden permitir tomar medidas que disminuya la situación tan negativa que tiene dicha región sólo que hay que dar un tiempo más amplio sin dejar de reconocer, que la recesión está presente.
Por lo que respecta a China su economía está sobrecalentándose ya que hay muchísimo dinero y sin duda alguna se tendrán que hacer algunos ajustes pero no repercutirá mucho precisamente porque dicha economía está férreamente controlada por el gobierno y por el momento tiene suficiente campo de acción en la toma de decisiones, esto no quita la posibilidad de que en un momento dado pueda afectar las operaciones en ascenso entre los países del mundo.
En lo que se refiere a nuestro país, de hecho hay que reconocer que los datos duros que conocemos dan confianza ante lo que sucede en el exterior, las diversas variables macroeconómicas como inflación, exportaciones, tasas de interés y reservas internacionales dan confianza en términos generales sobre el desempeño del país sin embargo, las reformas estructurales que se requieren siguen en suspenso por los intereses políticos ya que sigo en mi opinión de que el aspecto macroeconómico no está en concordancia con el bienestar social, ya que los efectos positivos de las variables económicas mencionadas, apenas se notan sobre la generalidad de la ciudadanía, continúa un alto porcentaje en el desempleo y se reduce el poder adquisitivo en las familias; esperemos que la confianza que tiene el gobierno y la clase política impida un exagerado optimismo que como ha sucedido en cada sexenio, tardíamente nos demos cuenta de que no se han implementado acciones que verdaderamente impidan el despegue de nuestro país.