Una vez que fue de nuestro conocimiento entre otros errores que motivaron la crisis actual en buena medida al manejo errático en Estados Unidos por la complacencia compartida por el gobierno, autoridades financieras, el mismo sistema financiero las firmas calificadores y reguladoras que propiciaron errores que ha tenido al mundo al borde de la recesión, en virtud de que la historia se repitió de alguna manera en Europa, llegamos a un punto de quiebre con motivo principalmente del problema con Grecia.
Los esfuerzos de los líderes mundiales para apoyar a Europa por sus grandes déficits fiscales pero centrada su estrategia en la situación de que Grecia representaba el punto neurálgico de este problema, diseñaron una estrategia que desde luego encabezaron Francia y Alemania. Al darse a conocer el plan de ayuda para Grecia las muestras de júbilo y optimismo se desplomaron al dar un giro inesperado por parte del primer ministro griego George Papandreou al anunciar un referendo para que se votara a favor o en contra del plan de rescate que se le ofrecía a este país.
A pesar del liderazgo de la canciller alemana Angela Merkel y el presidente de Francia Nicolás Sarkozy la comunidad europea fue sorprendida por la decisión aparentemente sin consulta alguna por parte de Papandreou, por lo que tuvieron que emplear todo tipo de presiones para hacer que el primer ministro griego retomara su posición original y se abandonó la idea del referendo. A pesar de lo anterior Papandreou también advirtió que podría convocar a elecciones anticipadas para que su país abandonara el euro; para mi la simple idea es un garrafal error ya que no me explico cómo podría sobrevivir este país sin el apoyo que se le está ofreciendo al quedar totalmente aislado de la comunidad europea y las represalias que sin duda alguna recibiría.
Lo cierto es que como hemos venido insistiendo el manejo errático de estos problemas por parte de los políticos pueden llevar al mundo a un caos al no evaluar en forma efectiva las consecuencias de sus decisiones. En este aspecto aprovecho para resaltar mi opinión de que el presidente Sarkozy ha estado manejando en forma acertada su liderazgo en la zona europea, además ha seleccionado muy bien su estrategia en su propio país ya que está convenciendo a la sociedad francesa de que se requiere un cambio y es posible que promueva una serie de reformas para beneficiar la economía de Francia.
Por el momento al calmarse la tormenta que aún no es definitivo, los países del G20 acordaron reforzar su apoyo a países con problemas de deuda, reforzando la lucha contra la evasión fiscal, previendo también el intercambio automático de informaciones, controles fiscales multilaterales, así como la asistencia de diversos intereses protegiendo la confidencialidad del intercambio de informaciones.
Aún cuando no estuvo en la agenda hay un buen número de líderes europeos que tienen la intención de utilizar la cumbre del Grupo de las 20 economías más fuertes del mundo al que ya pertenecen Argentina, Brasil y México, para conseguir que potencias extranjeras como China ayuden con la crisis de deuda que ha sacudido a la eurozona durante los dos últimos años y que amenaza empujar a la economía mundial a una segunda recesión de la cual desde luego tiene mucho que ver los Estados Unidos.
Una postura que para mi gusto pasó inadvertida debido al problema de la posición de Grecia, fue la que propuso la primera ministra australiana Julia Gillard en el sentido de que debe dotarse de recursos adicionales al FMI para hacer frente a las contingencias inesperadas que se están presentando para que la gente pueda tener más confianza y tranquilidad.
De todas maneras lo acontecido el jueves de la semana anterior nos da una idea de la oscilante situación económica y la dura batalla para responder a estas crisis por parte de los Líderes mundiales.