Hace mucho tiempo no se había visto en México que la censura se comportara en forma tan despiadada con un documental. Bueno, hace mucho tiempo que un documental no había despertado tanta polémica en nuestro país. De lo que sí podemos estar seguros es que el éxito alcanzado por todos estos últimos sucesos ha de tener la mar de contento al director de la obra cinematográfica y a la piratería. Ya todo mundo vio el dichoso trabajo a pesar de quienes se han querido oponer y no porque exista un verdadero interés por el sistema penitenciario mexicano sino porque es la forma en que funciona el morbo.
En un país de libertades ya sabemos que no las hay tantas. Estaría yo de acuerdo que la libertad debe de tener sus límites pero no a conveniencia de los legisladores o de los políticos que se están convirtiendo en una casta que cada vez se aleja más del pueblo que los elige y que espera con esa elección su representación. No concuerda lo que se hace con lo que se espera que se haga.
Vámonos más despacio. Se supone que los legisladores están en donde los hemos puestos para hacer las leyes y vigilar que se cumplan. Las dichas leyes se promueven para conseguir el bien común. Pero no se ve ningún bien común cuando solamente se satisface la voracidad de un grupo de personas que en lo último que piensa es precisamente en ese bien común social y sólo lo mueven sus intereses personales.
La censura ha dejado deshacer a los medios masivos de comunicación. De todas, todas, se han perdido las batallas contra ellos que se han apoderado de las mentes del ciudadano para amoldarlas a sus intereses comerciales y a su pequeña percepción de la vida.
Abundan los estudios de lo que la televisión dice o ha dejado de decir. De lo que calla a beneficio de unos pocos y de lo que explota no importando las consecuencias que pueda producir en la sociedad.
La censura permanece callada ante la programación. Los Talk Show cuya única finalidad es explotar el morbo, transmitido en plena tarde, ante una audiencia de niños y jóvenes que han quedado expuestas a lo peor de la vida humana que llega hasta lo más bajo donde lo mejor es que las personas se golpeen y entre más lo hagan parece ser que más les pagan.
La censura permanece callada ante los programas matutinos que por un lado promueven las creencias de lo que no tiene fundamento científico y por el otro divierte con cosas tan burdas y tan básicas que muchas veces hasta parece ofensivo al intelecto mexicano.
Según Azcárraga, y los que han venido después de él, ésa es la televisión de los jodidos y el segundo de ellos, de los Azcárraga, llegó a ser el hombre más rico de Latinoamérica satisfaciendo y manteniendo jodidos a su público.
La censura ha permanecido callada.
Hoy, los medios son el quinto o el cuarto poder porque saben que de ellos también depende lo que se sabe en el país con respecto a las noticias. Forman opinión pública y hasta la deforman. Hasta promueven la desinformación cuando recurren a cierta gente para que opine sobre temas de las cuales no están preparadas para opinar. A conveniencia hablan o permanecen callados según convenga y esto es estar muy lejos de su función social.
Pero ahora que se trata de subrayar un error judicial, la censura se esgrimió en contra de un pobre documental porque ase estaba afectando la imagen de un poder federal que ya a nadie convence de que tan poder sea.
Ya no hablemos de que los medios no están interesados en subir el nivel cultural de su auditorio. Para producir ganancias y grandes ganancias es necesario que el querido público sea cada vez más jodidos para que cada vez exija menos y sea más sencillo complacerlo. Aquello que no deja dividendos no se hace. Lo único que mueve a los dueños de los medios son los puntos reatings o los tirajes.
Y la censura deja que hagan y deshagan.
A la vista tenemos los resultados. Una sociedad materializada, una sociedad erotizada, una sociedad idiotizada, una sociedad estupidizada. Una exposición de los hombres ilustres que cantan o componen, y sí, cantan bien y componen bien, pero son ilustres porque le producen a la industria de la diversión no porque hayan heredado a la humanidad algo que le sirva para vivir un mejor futuro.
Ésta es la sociedad de los hombres y mujeres que buscan los caminos fáciles para hacer dinero, porque les han dicho que el dinero es lo único que hace falta para obtener le felicidad. Es la filosofía que ha producido la inestabilidad social, la inseguridad, la pérdida de valores y las esperanzas de un futuro mejor.
Y la censura, bien gracias.
El canal del Politécnico lo convirtieron en un canal beisbolero.
Y la censura, bien gracias.
Y frente a un país acribillado la censura bien gracias.