Si alguien tiene poca imaginación son nuestros políticos actuales porque en sus propuestas encontramos lo que muchas veces llamamos los lugares comunes; lo cual quiere decir que todos ofrecen lo mismo, por lo tanto sería lo mismo elegir a uno u otro.
La segunda piedrita que tienes en el zapato es que de dicen que saben cómo; a lo cual tu les habrías de responder, bueno, si sabes cómo, entonces por qué no lo has hecho, por qué no has solucionado el asunto o propuesto la solución concreta desde los puestos que has ocupado.
Así podíamos seguir enumerando una serie de hechos que los ciudadanos con un poco de materia gris en su cerebro cuestionarían, pero no hay algo verdaderamente profundo en lo que se pueda reflexionar y que signifique la diferencia. Ni siquiera en el mundo de los sueños o de las utopías, porque como estamos viviendo la cultura de la sobrevivencia, ya no hay lugar para eso. Como diría el poeta: "mentiras que se inventan los chavales".
En algunas ocasiones mi padre me contaba esta historia: Cuando un equipo de futbol americano perdía un partido, el entrenador se les enfrentaba muy serio. Tomaba el balón entre sus manos y les decía: este es un balón de fut bol americano, su forma es ovoide, sus medidas son tales .... Y les comenzaba a instruir desde el principio.
Así les deberíamos decir a nuestros políticos: Esta es una ciudad, que reúne a un grupo de seres humanos, que tienen que sobrevivir , pero no nada más eso, que tienen aspiraciones de sobrevivir con dignidad, pensando que a medida que pasa el tiempo su nivel de vida será superior.
Los pueblos fantasmas quedan abandonados porque ahí ya no hay nada que ofrecer a las personas quienes seguramente han emigrado a otros lugares que les prometa por lo menos la posibilidad de vivir humanamente. Y entonces, los ideólogos tendrían que definir el significado de vivir humanamente. Aquí el rollo que ustedes quieran, en el cual deberían de participar las universidades.
Para usted ¿Qué significa vivir humanamente? La definición va a ser diversa en un liberal, en un socialista, en un católico, en un musulmán. Me puedo atrever a afirmar que a algunos ya no les interesa vivir humanamente y se han decidido a hacerlo por la vía animal.
Pero volvamos a nuestro tema: vivir humanamente. Primero tener derecho a la vida y no estar en la constante angustia o amenaza de que me la van a quitar. (Según eso, las ideologías modernas comenzaron con eso de que el hombre vivía libremente en la naturaleza, pero como de esta forma vivía en la inseguridad, se unió a los otros hombres para formar una sociedad donde hubiera leyes que regularan la relación. Este era el rollito del señor Hobbes)
Las leyes existen, el problema es que se nos ha ido de la manos el hacerlas respetar; por qué, por muchas razones, principalmente porque ha sido muy fácil corromper a quienes son los encargados de aplicar la norma.
No todo quedo en Hobbes, de ahí podemos saltar a los pensadores franceses que fundaron la democracia proponiendo los tres poderes donde sus elementos salían de los propios ciudadanos, quienes se suponían representantes de la comunidad en general. Entonces es cuando te preguntas, quien me representa me dice que debo de hacer esto y esto y esto (olvidarme de mi jubilación, por ejemplo), entonces dudas que te esté representando a ti. Y así muchas cosas, el no ponerse de acuerdo para modernizar los sistemas que son el principio para poder solucionar los problemas que te agobian.
Y ahí le seguimos, el poder depositado en el ejecutivo y el judicial, sobre todo en el segundo, si se corrompe, te va a dejar desamparado. A fin de cuentas, quienes lo componen son personas, y como tales imperfectas. Por esa imperfección se pierde la forma de vivir humana, para volver a la animal que es la ley del más fuerte, o la de que el grande se come al chico porque así lo marca el ciclo ecológico.
Vuelvo a vivir humanamente. En los últimos cincuenta años nos han estado diciendo que triunfar es tener, que el triunfador se demuestra con los objetos que lo rodean. Los libros de superación personal te subrayan el hecho de que el trabajo produce cosas y que la finalidad de tu vida es llegar a la cúpula casi, casi a cualquier precio. Esto ya lo decía Maquiavelo. ¿Eso es vivir humanamente? (Los chavos ya no quieren saber. Desean tener un título porque eso los acerca a tener mejores sueldos. En algunos sistemas como la educación a distancia contratan a alguien para que les haga el proceso).
¿Qué acaso no soy un ser que ama y que es consciente del amor? ¿Qué acaso el amor no comienza con el compromiso con el otro? ¿Qué la amistad no es un modo de amar? ¿Qué el altruismo no es también otro modo de manifestar mi amor por el otro por la misma necesidad de que el otro me ame?
Bueno pero también soy un ser sensible, por eso amo, porque siento y si siento y a la vez pienso, también tengo la necesidad de lo estético, o del placer que produce lo estético que se manifiesta desde lo más simple, diferenciar lo bello de lo feo (las mujeres o los hombres, las cosas, la naturaleza etc.). Nota, no confundir lo bello con el lujo, que nada tiene que ver.
Y podíamos seguir enumerando tantas cosas que significan vivir humanamente. Y los políticos me hablan de subsistir. Yo no quiero subsistir, quiero vivir humanamente, que la función de la ciudad, de la comunidad tenga un sentido.
Es tiempo de reflexionar.
