Leyendo un estudio sobre Schiller escrito por Rudriger Safranski (Schiller o la invención del idealismo Alemán. Editorial Fabula Tusquets), me encontré con la siguiente frase: "El hombre quiere la concordia; pero la naturaleza sabe lo que es bueno para su especie quiere la discordia".
Tengo que aclarar que uno de los temas fundamentales de este escritor es la libertad y en su obra dramática va a ser uno de los principales temas, como es el caso de Guillermo Tell y demás obras históricas.
Todos pensamos que el fin último de la humanidad d es la concordia entre todos los hombres y porque no pensarlo entre todos los elementos de la naturaleza. Por ahí iría el pensamiento franciscano o el de Ghandi, pero al realidad te demuestra otra cosa.
Ahora, con los adelantos en la educación en el nivel de preparatoria se ha introducido una materia que se llama ecología en la cual te demuestran que en todos los nichos ecológicos un animal se come a otro; y que si esto no sucede, entonces inevitablemente viene la destrucción del nicho ecológico, porque una de las especies que es controlada por otra proliferaría y entonces se convertiría en mal.
Eso es lo que dicen los libros de ecología. Pero fijémonos en la naturaleza humana; que sucede en las sociedades absolutistas donde el fin último es que todos piensen igual y que nadie se aparte de las verdades permitidas: lo mismo podemos decir de la edad media de la iglesia, del Stalinismo Ruso del Nazismo Alemán, de la China de Mao, o la Cuba de Castro o el México del General Porfirio Díaz, de la España de Franco; son las sociedades que más lejos han estado de la justicia social; por ello, al desaparecer el dictador sus naciones han tenido que atravesar por una etapa caótica para volver a obtener una pretendida estabilidad.
La demagogia sobra y basta para mantener un estado absolutista. El fenómeno del merolico que predijo el fin del mundo es una muestra ello. Ahora se ha atrevido a establecer una nueva fecha, que seguramente le volverá a fallar pero no cabe duda de que encontrará a ilusos a quien convencer porque la credulidad es una de las grandes fallas de nuestra humanidad. La misma credulidad del merolico es la que se le presto a todos los estados totalitarios a los que anteriormente me he referido.
Muchos se quejaran de que el mal social es que las personas piensen diferentes. Yo diría lo contrario, el mundo encontrará la salvación por permitir los pensamientos divergentes. ¿Cómo hubiéramos salido de la edad media sin un Lutero?
En este libro hay muchas más frases interesantes.
Un amigo de Schiller: Körner, indignado le decía:" quieres denigrarte a ti mismo a la condición de peón de las bajas necesidades de la gente vulgar, cuando estás llamado a reinar sobre los espíritus" Y esto me trajo a la mente aquella frase se Azcárraga II, alias el Tigre: "Yo hago televisión para los jodidos". Claro nuestros medios de comunicación de masas se ha vuelto más en lo primero que en lo segundo y hasta el politécnico optó por hacer televisión para los beisboleros olvidando que desde los cincuenta era una de la pocas opciones para el bando contrario.
El mismo libro plantea el dilema: "Cuando no le cautiva la imaginación, cuando se ha roto el hilo, cuando se siente oprimido por las deudas y ha de calar otras posibilidades de ganar dinero, las deudas se precipitan sobre él. ¿Por qué no ha elegido una solida profesión burguesa? Como médico, por ejemplo, obtendría buenos ingresos (sobre todo si se dedica a tratar hipocondriacos o a acrecentar las bubis) y no le acecharían dudas sobre la utilidad de su profesión. ¿Pero el arte? Un artista que se tenga por algo no puede conformarse con la utilidad que le concede el entorno burgués, a saber el adorno y la relajación después de acabar el trabajo. Es cierto que un artista ha de llevar su trabajo al mercado y venderlo, pero su propia estima le manda conservar la dignidad y la significación de las obras de su imaginación."
Schiller había estudiado medicina pero optó por el camino dela arte y optó por desprenderse del apoyo que la nobleza para conseguir su propia libertad.
Hoy parece ser que la norma es la contraria. Optar por los consejos del estómago y no por las del espíritu. Lo que estamos viviendo es la consecuencia directa de tal filosofía. ¿Se imaginan si solamente existiera una fuente de pensamiento? Nos tendríamos que aguantar con este estado de cosas.
Los jóvenes de ahora tienen visiones pequeñas del mundo. Por ejemplo el valor de un título se reduce al medio para aparentar tener una profesión y conseguir un trabajo don de supuestamente va a ver una mejor entrada económica. Al no corresponder su preparación a lo que el título supone, por un lado devalúa el valor del símbolo, o sea que el título deja de valer lo que anteriormente suponía, y por el otro, la misma persona se va a derrumbar cuando su imaginario no se vea correspondido con la realidad.
Una de las mejores lecciones que yo he recibido en mi vida era cuando tenía que hacer el viaje a mi trabajo con dos personas preparadas que continuamente comentaban libros que yo no había leído. Me tenía que quedar callado. Fue entonces cuando empecé a leer con más seriedad.
Hoy existe más información que nunca. Ahí está. Los estudiantes se conforman con copiar y pegar, eso no sirve para nada. La información abre la conciencia y esa es la única forma de resolver el problema humano.